martes, diciembre 06, 2005

~33~ 1ª Temporada

En el capítulo anterior…

Atada a un poste y con cajas de dinamita como compañía, tenía claro, que si alguna loca escribiera el epitafio de mi lápida, diría: “Aquí yace una marika, muerta en el más puro estilo “mascletá” valenciana”. Y por un momento, me entró hambre de paella.

De la nave ya habían partido todas las furgonetas, aunque aún quedaba una aparcada al fondo, y otra con el motor en marcha y con la puerta lateral abierta, en la que estaba EL MAL ABSOLUTO, hablando con aquellos hombres.

-Vuelve a nombrarla, y te parto los dientes.
-¿A quién? ¡Es que ya no recuerdo qué te dije en el capítulo anterior, neeenaaa!
-Vuelve a nombrar a mi madre, y te perderás los fuegos artificiales, Dolly.
-¡HANS! –chilló al fondo EL MAL OBSOLUTO.
-¿Hans? –repetí yo en plan loro- ¡Se cagó la perra! ¿Te llamas Hans? ¿Hans-Sólo? ¡De lo que se entera una cuando está a punto de palmarla, neeenaaa!
-Cierra… el… pico, Dolly.

Y me entró tal ataque de risa, que de verdad, no pude, nena. No paré de reír como una posesa bajo la mirada de estupor de la Space. ¡Es que hasta me puse a llorar de las risas… y porque estaba a punto de palmarla con cantas cajas llenas de dinamita, colocadas estratégicamente en varios pilares de aquella enorme nave industrial!, que si no, no tendría explicación ese acceso de locura momentánea que me dio.

-Mira el lado positivo, Dolly. Esta noche vas a brillar como una estrella –dijo la Space, antes de irse a la furgoneta donde le esperaba EL MAL ABSOLUTO.

Subió a ella, aceleraron y se largaron cagando leches de aquella nave industrial que iba a volar en pedazos en cualquier momento, con migo dentro... ¡y yo muerta de risa! Tiene narices, nena. Sí, eso es lo que tiene verse al borde de la muerte, y sin un súper macho que te saque las castañas del fuego. Un Indiana Jones, por ejemplo, que me echara primero un polvazo, me salvara, y después para celebrarlo ¡otro polvazo!

-¡SOCORRO! ¡¡¡QUÉ ALGUIEN NOS AYUDE!!!

Por un momento pensé que mi yo interior, pedía ayuda a gritos. Claro, por eso hablaba en plural y utilizaba el “nos”, pero después recapacité. ¿Mi yo interior tenía voz de Mujeres Desesperadas? Miré hacia el hueco del montacargas y ¡¡¡Sí!!! Por allí gritaban como berracas las besbis de abajo, pidiendo ayuda. ¡¡¡Estaban vivas!!! ¡¡¡BIENNNN!!!

-¡¡¡Que alguien nos saque de aquí!!! –siguieron chillando.
-¡Si os salvan, nenas! ¡¡¡Acordaros de mí!!! –chillé en dirección al hueco del montacargas.
-¡¡¡Oigo a alguien!!! –chilló hasta desgañitarse una de las lesbis de abajo.
-¡Sí, lista! ¡Soy yo, la Dolly!
-¡¡¡HAY ALGUIEN ARRIBA!!! –chilló una de las lesbis, y en segundos varias voces más gritaron a la vez-. ¡¡¡ESTAMOS SALVADAS!!!
-¡No, neeenaaasss…! ¡LO QUE ESTAMOS ES BIEN JODIDAS! ¡¡¡Esto está lleno de dinamita... Y VAMOS A VOLAR!
-¿Qué ha dicho? –preguntó una lesbiana, que me da a mí que era la lesbiana sorda del grupo.
-¡¡¡Ha dicho que nos van a salvar!!!
-¡¡¡BIEEENNN!!! -chillaron todas súper felices.
-¡No, wappa! ¡HE DICHO QUE VAMOS A VOLAR!
-¡¡¡BIEEENNN!!!
-¡¿Pero es que estáis todas taradas o qué?! ¡¡¡AQUÍ ARRIBA ESTÁ LLENO DE DINAMITA Y VAMOS A VOLAR!!! –chillé con tanta fuerza, que casi se me escapa un flato.

Las lesbis de abajo, se callaron.

-¿Me habéis oído bien? ¡¡¡VAMOS A VOLAR EN PEDAZOS!!!
-¡¡¡AAAAAAaaaaaaggggggg!!! –chillaron todas en plan película de catástrofes.

Qué voy a deciros, me sentí mejor, porque ¡coño!, parecía que yo era la única en aquel sitio que sabía que iba a morir, y las muy putas de abajo, ¡¡¡saltando de alegría!!! ¿Te lo puedes creer? Y en esta historia, perdona, bonita, pero si yo la palmo, también la palman las demás. A eso se llama Igualdad de oportunidades, nenas.

Luego me sentí mal, porque ya no se podía hablar con ninguna de ellas. De las lesbianas, digo, porque ahora estaban demasiado ocupadas chillando, berreando y llorando entre chillidos y berreos, para poder hablar de algo, no sé, de decoración o de mi amor por la música de Dolly Parton, antes de morir en una mega explosión a lo Estrella de la Muerte.

Aterrada, fui a cogerme de la columna en la que me habían atado… y la palpé un poco. ¡Vaya! Parecía que era cilíndrica y de piedra, o algo similar. Claro que tenía que ser de hierro por dentro, para poder soportar el peso del techo, pero parece que la habían revestido de algún material poroso, que me dio una idea.

Tiré hacia un lado y después en dirección opuesta, y la cinta de embalar que me ataba a ella, se despegó un poco. Así que no paré, mientras las nenas de abajo seguían con sus plegarias, alaridos y lloriqueos… yo tiraba y tiraba, hasta que conseguí despegar la cinta de la columna, pero sin poder desatarme, y no había mucho espacio para poder sacar las manitas, ni nada por el estilo, así que se me ocurrió un absurdo: ¡correr en círculos!, al tiempo que tiraba hacia el exterior.

Parece una tontería, pero en momentos así, se te ocurren tantas tonterías que alguna ha de funcionar, ¿no? ¡Pues bien! Aquella parecía que estaba funcionando, porque de girar más que un caballito de tiovivo, la fricción de la cinta de embalar contra la superficie porosa, y mis tirones para salir hacia fuera, estaban provocando que la cinta se dilatara al calentarse, y pronto me vi corriendo en círculos como a unos cuarenta centímetros de la columna. ¡Suerte que la Space no me había atado las piernas, que si no! ¡A ver cómo podía correr!

Seguí corriendo como nunca, hasta de TRAKA!, la cinta se partió por alguna parte a mi espalda, y salí corriendo como una energúmena, haciendo zigzag, porque estaba súper mareada y había dado más vueltas que la ropa en una secadora, y chillé como las lesbianas e intenté frenar, cuando una pila de cajas vinieron a mi encuentro, y por fin me detuve, cuando me estrellé contra ellas.

¡¡¡Me había soltado!!! Yo solita, nenas… pero… ¡¡¡Qué mareo tenía encima, por Dior!!! Intenté ponerme en pié, y caí palante escoñándome sobre el hombro izquierdo, que duele una barbaridad, así que no intentéis hacer la prueba en casa porque, duele mucho, y punto.

Aún bajo los efectos del mareo, y por ende, falta de equilibrio (y eso que no llevaba tacones a lo Basinger en Celular), cerré los ojos a ver si se me pasaba el mareo, y decidí mover manos y piernas, acostada boca arriba en el suelo, tipo escarabajo, para quitarme toda la jodida cinta de embalar de encima, que al principio se resistió, pero que después pude controlar y hacer una pelota con ella, y lanzarla a tomar por saco muy lejos de mí, pero yo seguía más mareada, que la perra Laika esa, que la mandaron a orbitar el planeta... y no volvió, porque las rusas por esa época, sabían mandar cosas al espacio, pero no traerlas de vuelta, y supongo que por culpa de la perra Laika que se frió en su reentrada en la atmósfera, a los perritos calientes se les llama así. En plan coña americana para fastidiar a las rusas.

¡Dolly, céntrate!

A cuatro patas, intenté centrarme a ver dónde coño estaba. El hueco del ascensor antes lo tenía a la izquierda, y ahora estaba detrás de mi, y a más metros de distancia que antes, y a mi lado, en el montón de cajas donde me había estrellado, habían varios paquetitos de algo que parecía plastilina, o como diría la Gigi “pastelina”, y mogollón de cables. ¡Coño! Desde luego que EL MAL ABSOLUTO tenía presupuesto, porque había decenas de aquellos paquetes de dinamita, goma dos, o "pastelina" de la Gigi.

¿Qué? ¿Cómo era eso? ¿Ahora sólo había cuatro? ¿Cuatro? ¿Cuatro o eran dos? ¡¡¡Seguía mareada y todo me daba vueltas, además de multiplicar mi punto de vista como los “grenlis” cuando los tiras en una piscina municipal!!!

-¡Dolly, céntrate! –me chillé a mi misma con los ojos cerrados y tras un segundo, volví a abrirlos y ¡bien! ¡Sólo había un paquete de explosivos, del que salían dos cables!-. Bien, Dolly, sólo son cables. Dos cables. Dos cables pinchados en plastilina marrón; cogí los dos cables, con una mano y tiré de ellos, con mucho cuidado de que no se tocaran las dos puntas, que seguían impregnadas de pegotillos de aquella masa marrón, y me dio un subidón como si me hubiera tocado la primitiva. Nada saltó por los aires, ni sonó ninguna alarma… (y me toqué) ¡Y mis huevos seguían en su sitio! ¡Bien!

No sabía de cuanto tiempo disponía, así que tras levantarme y ver que mi mareo iba pasando poco a poco, me dediqué a buscar los explosivos que había cerca del hueco del montacargas. Descubrí otro paquete de esos, y los desactivé. ¡Ríete de los GEOS, neeenaaaa…! Que ellos por lo menos van con trajes súper cools por si les explota en las narices y con cascos anti metralla. Pero ahí estaba yo. Mareada de narices, con mi cazadora de súper puta, desactivando bombas como una loca; la tercera me costó encontrarla, porque estaba más escondida, yporque a todo esto, hay que decir que cuando los malos se fueron, se ocuparon de apagar todas las luces. Un detallazo, vamos.

Empecé a ponerme nerviosa, porque sólo había desactivado tres, pero antes, los hombres que las colocaron, habían extendido muchos cables… demasiados. Y tres explosivos en diez metros cuadrados, me parecieron pocos para volar una nave industrial tan grande como aquella.

-¡¡¡Chicas!!! –chillé por el hueco de la escalera, pero ellas seguían a lo suyo. Chillando, berreando, rezando… -¡¡¡Chicas!!!
-¿¿¿DOLLY???
-¡¡¡GIGI!!!
-¿¡Tía, qué haces ahí arriba!? –me chilló la Gigi.
-¿Tú qué crees? ¡Tomando sol en bolas, hijadelagranputa! –y volvía a llorar de la emoción, al descubrir que la Gigi seguía viva, y ahora en plan líder, mandaba a callar a todo el mundo.
-¡Dolly! ¡Este ascensor era la única forma de salir de aquí!
-¡Ya, nena, pero los malos lo volaron! ¡Y aquí arriba han dejado muchas bombas, y he conseguido desactivar tres!
-¿Tú desactivando bombas?
-¡Sí, neeenaaa…! –dije y me senté junto al hueco- ¡Pero hay más y no las veo!
-¡Pues búscalas!
-¡Gigi!
-¡Dime!
-¡Recuérdame que te de una patada en el culo, si salimos vivas de esta! –y recordé algo-. ¿Alguna de las chicas ha conseguido llamar por su móvil al exterior?
-¡No, Dolly! ¡No hay cobertura! –dijo Rebeca.
-¿Rebeca? ¿Eres tú?
-Sí, Dolly… y aquí abajo estamos todos bien. Hay alguna herida cuando cayó el ascensor, pero estamos enteras.
-¡Ay, nena! ¡Pues aquí arriba han puesto un mogollón de bombas y yo sólo he conseguido desactivar tres!
-¡Tranquila!
-¡Ay, chocho, ya quisiera yo estar tranquila! –y me desabotoné la cazadora de súper puta porque tenía calor, además de limpiarme las lágrimas-. Pero esto va a volar, y se me va a caer el techo encima, neeenaaaa… aunque espero, que esta parte no, porque he quitado las que estaban en las proximidades. Pero el techo se vendrá bajo fijo –y me aparté del hueco del montacargas, no fuera que la onda expansiva me tirara dentro -. ¡Las de abajo! Será mejor que os apartéis del hueco del montacargas… por la onda expansiva y todo eso.

Me quité la cazadora y la doblé con cuidado, recordando en todas las aventuras de ligoteo en las que me había hecho compañía y vi la chapita rara aquella en el interior… donde se supone que sólo están los remaches de los botones.

-¡Gigi!
-¡Dime, tía! ¿Has desactivado otra bomba más?
-Pues no, nena, pero... ¿recuerdas aquella vez que robaste una bombilla en El Corte Inglés, y cuando salíamos, te pitó el trasto?
-¿La puta banda magnética? ¡Dolly! No me recuerdes mi pasado de delincuente de El Corte Inglés, tía, ¡Y menos en público!
-No pertenece a tu pasado, nena, que fue hace dos meses, ¡cacho lagarta!
-¿Y a qué viene ahora el humillarme en público, tía?
-Pues porque tengo un “chip” en mi cazadora de súper puta. Un chip… ¡O un localizador!
-¿Y para qué te han puesto eso?
-Neenaaa, ¡no lo sé!, pero sólo puedo creer, que ha sido… ¡BRUNO!

Y entonces empezaron las explosiones… al fondo, en la entrada de la nave, y todo el suelo se zarandeó bajo mi culo.

8 comentarios:

Peibols dijo...

Ya era raro acabar un epi sin sexo, porque esta claro que ese zarandeo en el culo te puso bruta nena.
Este Brun-Ernesto no deja escapar una. Esperemos que te encuentre, por Dior.

Aguanta MariJose, aguanta!

Hidroboy dijo...

Dolly, yo me pido tu colección de Dolly porque cuando te llegue la onda expansiva vas a moverte más que Marujita Díaz en un 747 atravesando el Katrina. Además que me gustó el mp3 ese que me recomendaste y prometo que, si no te mueres, cuando me pongan el adsl me bajo un gritis jis de tu ídolla.

Frank Palacios dijo...

Intentaré salir viva, Peibols, pero la cosa se pone más JEBY de lo que pensaba.

El siguiente capítulo será más JEBY, que una peli del "bukenheime" ese.

Así que ten a mano algún relajante muscular, Onliyu, pero no te pases con la dosis, a ver si te nos relajas tanto que nos haces un EN BOLAS YA! de esos que abandera La Tornado.

¡¡¡SÓLO QUEDAN DOS CAPÍTULOS, NEEEENAAASSS!!!

¿Se podrá terminar este culebrón y que quede todo explicadito y masticadito en dos capítulos?
Pues sí...

Hidro, nena, arregla la adesele de una puñetera vez, que te vas a quedar sin ver el FINAL!

No me seas como la Gigi, cuando fuimos a ver ¡En Busca del Arca Perida!

Que a la muy hijadelagranputa, le dió por ponerse a limpiar las gafas cuando abrieron el arca, y se perdió lo de los fantasmas, neeenaaaa!!!

Hidroboy dijo...

A mí lo que me preocupa es el tamaño de tu culo. Debe ser de grande como todo Alcorcón, porque dices que TODO el suelo se zarandeó bajo tu culo.

Por cierto, que yo ya sé cómo acaba esto y tú no te enrollas con Bruno ni nada porque en tu perfil dices que buscas marido para que te case la Trini.

¡Qué lista soy! ¿Te valgo como marido nena?

Frank Palacios dijo...

Mira que ponerte a criticar mi culo, cacho perra!

Y sobre lo del perfil... ¡EJEM!... yo conozco a UNA LAGARTA que dice: "A veces, cuando me acuerdo, tomo hormonas" o "Soy amigo de Yoko Ono" y nena, todo el mundo sabe que Yoko no tiene amigos ni pagando.

Sobre la proposición, no sé, nunca he tenido un novio de color amarillo con las piernas verdes. Sí, vale, una vez (o más de una) me he liado con un asiático, ¡pero no tenía las piernas verdes, neeenaaa!

Y ahora que recuerdo, ¡también me tiré a un pitufo!, pero claro, era Halloween, él me dijo ¿pitufamos? ¡Y yo descubrí que los pitufos, son pequeños pero MATONES!

Peibols dijo...

ya no recordaba el verbo pitufar.

No te funde!

Hidroboy dijo...

No te metas con mi Boy George vestido de Chicken Little nenaaaaaaaaaa!!!!!!

Que te arranco las cosas estas de la cabeza... los hilos estos... las neuronas!!! Aunque tengas 4. ¡Perra!

lotuyonotienenombre dijo...

que me quedo atrássss. laika volvió y se frió?? jo yo creía que andaba a la deriva por el espacio... en plan muerta, pero interestelar.