En el capítulo anterior...
Sucedió algo tan terriblemente terrible, que esta historia en sí, había dado un cambio de 180 grados (la temperatura exacta del horno para hacer magdalenas, nenas). Todo se puso patas arriba y cambió más, que Whitney Houston desde que cantaba el “I wanna dance whit somebody” al “I wanna drug with somebody”… claro que en éste blog siempre pasa de TODO, nenas, y si no te lo has leído… ¡vergüenza debería darte, PUTA!, porque si no me lo nominan a los Globos de Oro, lo nominarán a los Oscars, y escribirán libros sobre él, y se rodará una película, ¡porque tiene de todo! Sexo, acción y VOTACIÓN ¡Viva la marika-ficción! (aprende a contar historias, Milikito).
-¿Qué la Agapita del Diario Secreto… está muerta? ¿Pero qué grado de muerta? ¿Muerta de cansancio? ¿Muerta de follar como una loca? ¿Muerta de hambre? ¿Muerta de asco?
-Muerta, con lápida, y a dos metros bajo tierra.
-¡Coño, como la serie!
-Como la serie, pero en Murcia.
-¡K JEBY, nena! ¿Pero estás segura?
-A ver, Dolly, no he pedido que exhumen el cadáver, pero es ella. Confirmado.
-Y si… fingió que se moría o algo así.
-Dolly, que está muerta. ¿Vale?
-Oka, nena, pero es que cosas así, como que no te las crees… de sopetón y tal. Así que está muerta. Vaya… ¿Eso quiere decir que en la Tercera Temporada me he quedado sin una antagonista cool a la que enfrentarme? ¡Qué putada, neeenaaa!
-¿Conoces a los Día Cero? –preguntó Sayuri consultando sus notas.
-Los supermercados Día, sí… pero no sabía que tenían día CERO. ¿Cero euros en la compra?
-Los Día Cero, son una secta milenarista, Dolly.
-A ver, que me he perdido. ¿Que llevan milenios de existencia, o eran de esas locas que creían que en el cambio de año 99 al 2000, el Windows les iba a petar y se les jodía el Mis Favoritos?
-Más bien lo segundo.
-¿O sea, de los que pensaban que era el Fin del Mundo, y qué me voy a poner para tal evento?
Sayuri me miró como una estricta profesora de punto de cruz, y me callé para dejarla que se explicara, y así, irnos poniendo al día sobre qué rumbo iba a tomar mi Tercera Temporada, después de quedarme sin mala malísima oficial de las malas, procedente de Murcia.
-¿Quieres dejar de escribir y atenderme? –me increpó Sayuri.
-Oka, nena, soy toda oídos.
-Los Día Cero, creían que la única forma de que el infierno reinara sobre la tierra, era trayéndolo.
-Sí, es lo típico, unas cuantas misas negras, un niñaco que se llama anticristo, unos cuantos desfiles de Agatha Ruiz de la Prada, y ya tenemos el infierno en la tierra, ¿no?
-Los miembros de esa secta se asesinaban. Se suicidaban entre ellos.
-¡No jodas, nena!
-Detuvimos a uno de ellos en el año 99 –y puso cara como de pasarlo mal-. Era una chica de unos 17 años. Doce compañeros suyos se suicidaron, apuñalándose en el garaje de la casa de uno de ellos.
-Pero si se suicidaban, y estaban mal de la azotea, ¿problema resuelto, no?
-No, Dolly, ellos creían que al morir, algo o alguien del infierno ocupaba su puesto en la tierra. Por cada muerto, subía un demonio.
-A ver, nena, porque me da que ahora eres tú la que vas de Antoñita la Fantástica, o de hermana pequeña de Anita Obregón, si te crees que porque esos tarados se quitaran la vida, subía un demonio a comprar en el PRYCA, digo, ¡en el DÍA!
-¿He dicho yo que me crea esta historia?
-Mmmm –dije pensativa-. Pues va a ser que no.
-El problema al que nos enfrentamos en el 99, eran esos suicidios en grupo. Y en este 2006, están volviendo a repetirse.
Recordad, nenas, que estamos en la Tercera Temporada de Desperate Housegays, que comenzó en Enero de 2006, así que seguimos en el 2006, ¿oka?
-¿Porque el 6 tiene algo que ver con el Diablo y todo eso?
-“Todo eso” es lo que deben creerse ellos.
-Pues k jeby, ¿no?
-Esa chica de la que te hablaba. No murió cuando se apuñaló en esa… ceremonia de devolver un demonio a la tierra, entiendes.
-Pues no, nena, porque esto parece un programa de la Friker Jiménez. Pero cuenta, cuenta.
-Mientras la trasladaban en la ambulancia, ocurrió algo…
-¿¿¿LE SALIÓ UN BICHO???
-Eso no lo sabemos. Hubo un accidente de tráfico y murieron todos. EL conductor, los dos sanitarios y la chica.
-YA NENA, pero no me pongas más de los nervios: ¿LE SALIÓ UN BICHO COMO EN ALIEN O NO?
-El cuerpo de la chica, apareció completamente desmembrado. Y antes de que preguntes qué grado de desmembramiento tenía, te diré que fue total.
Yo puse cara de horrorizada, y hasta se me encogió el culete.
-Ninguno de los otros tres cadáveres, apareció como el de la joven. Sólo el de ella.
-¿Y qué pasó después?
-Papeleo, se abrió otra investigación…
-Sí, vale, todo eso me parece súper interesante, ¿pero alguien dijo que vio ALGO… ALGO parecido a Espinete, pero con cuernos y de color marrón?
-Si esperas que te diga que sí, vas por el camino equivocado.
-Pues vaya, porque las cosas paranormales en este blog hacen subir la audiencia. Bueno, las pollas también, claro, porque al final esto es marika ficción, nena, ¿pero qué hay más cool que una marika asustada? Vestimos mejor, somos más cool, tenemos mejor gusto y chillamos que lo flipas.
-Dolly, no me gustaría que te tomaras esto a cachondeo, ¿eh?
-Mira, nena, si me tomara las cosas en serio, me ataría las venas a un puente y las utilizaría de bungie jumping para saltar por él al grito de ¡GERÓNIMO!. Pero deberías, saber, nena, que estamos ya en la página 3 del Word, así que si tienes algo importante que decir, deja de enrollarte y suéltalo de una vez, nena.
-Las muertes han comenzado este mismo primero de año.
-Muertes, ¿muertes en grupo? ¿Cómo en aquella peli japo donde 50 niñakas se lanzaban a las vías del tren?
-No son tan numerosas, pero se están extendiendo por todo el país.
-¡K JEBY!
Y cuando me sonó el móvil, pegué un grito. Miré quién me llamaba, y era Gigi.
-¡Nena! -dije al descolgar-. ¿Has conseguido un bono descuento en bautizos y comuniones o qué, nena? ¿Dónde coño estás, Gigi? Llevo dos capítulos hablando con Sayuri y NO ES TAN divertida como tú, nena. Me cuenta cosas de susto y de muertes en grupo.
-¡Tía, me han dado una botellita con agua bendita!
-¿Y eso para qué? ¿Pa tomarte un tripi? ¿Te ha cobrado el cura?
-No, tía, me la ha dado gratis.
-¡Anda, pues dile al padre Karras que te de otra pa’mí, nena!
-Es que… mierda veo, mierda quiero.
-¡Mira quién fue a hablar! Nena, que te hablo en serio, que la Sayuri lleva dos capítulos acojonándome viva con la peli aquella del Arnoldo "Sofenjaker" del Sexto Día.
-El Día Cero –me corrigió Sayuri.
-¿Y dónde estáis?
-En un bar de aquí al lado. Bajando por la calle Luna.
-¡Anda qué bien! Ve pidiéndome un sándwich mixto a la plancha, que de tanto rezar me ha entrado hambre, tía.
-Pues nena, no sé, este bar tiene una pinta que espanta. Como mucho, tienen boquerones en vinagre.
-Ay, no, tía, qué asko, que se me pegan los "anisetes" esos del pescado.
-Anisakis, nena.
-Tía, ¡pues ve pidiéndome algo que no tenga "anisetes"! Que voy pa’llá, que vas a fliparlo cuando te cuente el curita que hay en la "inglesa".
-¿En la iglesia?
-Sí, en ese sitio, tía.
-Venga, pues corre que te esperamos aquí –y colgué, antes de preguntarle a Sayuri-. Entonces… ¿todo esto del Día Cero y los que se matan para que les salga un bicho, qué relación tienen con la Agapita mía?
-A ver, que me ordene toda la historia, porque me has desconcertado con lo del anisakis…. Ah, ya: la tal Agapita se enamoró de un chaval, que la “rescató” de su primera noche en Madrid.
-Hasta donde yo (y todos mis lectores) leímos de ese diario, la nena se ocultó en un soportal de Ballesta o de por ahí.
-Sí, ahí conoció a alguien que la introdujo en esa secta. Habla de él muy poco, durante unas tres o cuatro páginas.
-Vaya, pues me las perdí.
-En ellas, contaba cómo este chico… la metió en un grupo que iba a hacer algo muy gordo…
-¿Robar un banco?
-No, Dolly. Suicidarse.
-¡Capaz la creo! No me digas que le comieron el tarro a la nena.
-Y lo llevaron acabo…
-Entonces… ¿quién siguió escribiendo el diaro?
-Lo que salió de ella.
-¿¿¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEE??? –e inmediatamente comprendí, que no podía acabar este capítulo como el anterior, donde gritaba lo mismo-. ¿Cómo que lo escribió lo que salió de ella?
-O lo que ella cree, quiero decir. La segunda parte del Diario, la cuenta otra persona. Es su misma letra, sí, pero su forma de hablar, de expresarse y las palabras que utiliza, son completamente diferentes.
-¡No fastidies!
-Tías, ya estoy aquí –chilló Gigi al entrar al Bar, y miró al camarero que estaba medio dormido-. ¡No quiero nada que tenga anisetes! ¡Quiero un bocadillo de tortilla! ¡Sin ainsetes!
Sucedió algo tan terriblemente terrible, que esta historia en sí, había dado un cambio de 180 grados (la temperatura exacta del horno para hacer magdalenas, nenas). Todo se puso patas arriba y cambió más, que Whitney Houston desde que cantaba el “I wanna dance whit somebody” al “I wanna drug with somebody”… claro que en éste blog siempre pasa de TODO, nenas, y si no te lo has leído… ¡vergüenza debería darte, PUTA!, porque si no me lo nominan a los Globos de Oro, lo nominarán a los Oscars, y escribirán libros sobre él, y se rodará una película, ¡porque tiene de todo! Sexo, acción y VOTACIÓN ¡Viva la marika-ficción! (aprende a contar historias, Milikito).
-¿Qué la Agapita del Diario Secreto… está muerta? ¿Pero qué grado de muerta? ¿Muerta de cansancio? ¿Muerta de follar como una loca? ¿Muerta de hambre? ¿Muerta de asco?
-Muerta, con lápida, y a dos metros bajo tierra.
-¡Coño, como la serie!
-Como la serie, pero en Murcia.
-¡K JEBY, nena! ¿Pero estás segura?
-A ver, Dolly, no he pedido que exhumen el cadáver, pero es ella. Confirmado.
-Y si… fingió que se moría o algo así.
-Dolly, que está muerta. ¿Vale?
-Oka, nena, pero es que cosas así, como que no te las crees… de sopetón y tal. Así que está muerta. Vaya… ¿Eso quiere decir que en la Tercera Temporada me he quedado sin una antagonista cool a la que enfrentarme? ¡Qué putada, neeenaaa!
-¿Conoces a los Día Cero? –preguntó Sayuri consultando sus notas.
-Los supermercados Día, sí… pero no sabía que tenían día CERO. ¿Cero euros en la compra?
-Los Día Cero, son una secta milenarista, Dolly.
-A ver, que me he perdido. ¿Que llevan milenios de existencia, o eran de esas locas que creían que en el cambio de año 99 al 2000, el Windows les iba a petar y se les jodía el Mis Favoritos?
-Más bien lo segundo.
-¿O sea, de los que pensaban que era el Fin del Mundo, y qué me voy a poner para tal evento?
Sayuri me miró como una estricta profesora de punto de cruz, y me callé para dejarla que se explicara, y así, irnos poniendo al día sobre qué rumbo iba a tomar mi Tercera Temporada, después de quedarme sin mala malísima oficial de las malas, procedente de Murcia.
-¿Quieres dejar de escribir y atenderme? –me increpó Sayuri.
-Oka, nena, soy toda oídos.
-Los Día Cero, creían que la única forma de que el infierno reinara sobre la tierra, era trayéndolo.
-Sí, es lo típico, unas cuantas misas negras, un niñaco que se llama anticristo, unos cuantos desfiles de Agatha Ruiz de la Prada, y ya tenemos el infierno en la tierra, ¿no?
-Los miembros de esa secta se asesinaban. Se suicidaban entre ellos.
-¡No jodas, nena!
-Detuvimos a uno de ellos en el año 99 –y puso cara como de pasarlo mal-. Era una chica de unos 17 años. Doce compañeros suyos se suicidaron, apuñalándose en el garaje de la casa de uno de ellos.
-Pero si se suicidaban, y estaban mal de la azotea, ¿problema resuelto, no?
-No, Dolly, ellos creían que al morir, algo o alguien del infierno ocupaba su puesto en la tierra. Por cada muerto, subía un demonio.
-A ver, nena, porque me da que ahora eres tú la que vas de Antoñita la Fantástica, o de hermana pequeña de Anita Obregón, si te crees que porque esos tarados se quitaran la vida, subía un demonio a comprar en el PRYCA, digo, ¡en el DÍA!
-¿He dicho yo que me crea esta historia?
-Mmmm –dije pensativa-. Pues va a ser que no.
-El problema al que nos enfrentamos en el 99, eran esos suicidios en grupo. Y en este 2006, están volviendo a repetirse.
Recordad, nenas, que estamos en la Tercera Temporada de Desperate Housegays, que comenzó en Enero de 2006, así que seguimos en el 2006, ¿oka?
-¿Porque el 6 tiene algo que ver con el Diablo y todo eso?
-“Todo eso” es lo que deben creerse ellos.
-Pues k jeby, ¿no?
-Esa chica de la que te hablaba. No murió cuando se apuñaló en esa… ceremonia de devolver un demonio a la tierra, entiendes.
-Pues no, nena, porque esto parece un programa de la Friker Jiménez. Pero cuenta, cuenta.
-Mientras la trasladaban en la ambulancia, ocurrió algo…
-¿¿¿LE SALIÓ UN BICHO???
-Eso no lo sabemos. Hubo un accidente de tráfico y murieron todos. EL conductor, los dos sanitarios y la chica.
-YA NENA, pero no me pongas más de los nervios: ¿LE SALIÓ UN BICHO COMO EN ALIEN O NO?
-El cuerpo de la chica, apareció completamente desmembrado. Y antes de que preguntes qué grado de desmembramiento tenía, te diré que fue total.
Yo puse cara de horrorizada, y hasta se me encogió el culete.
-Ninguno de los otros tres cadáveres, apareció como el de la joven. Sólo el de ella.
-¿Y qué pasó después?
-Papeleo, se abrió otra investigación…
-Sí, vale, todo eso me parece súper interesante, ¿pero alguien dijo que vio ALGO… ALGO parecido a Espinete, pero con cuernos y de color marrón?
-Si esperas que te diga que sí, vas por el camino equivocado.
-Pues vaya, porque las cosas paranormales en este blog hacen subir la audiencia. Bueno, las pollas también, claro, porque al final esto es marika ficción, nena, ¿pero qué hay más cool que una marika asustada? Vestimos mejor, somos más cool, tenemos mejor gusto y chillamos que lo flipas.
-Dolly, no me gustaría que te tomaras esto a cachondeo, ¿eh?
-Mira, nena, si me tomara las cosas en serio, me ataría las venas a un puente y las utilizaría de bungie jumping para saltar por él al grito de ¡GERÓNIMO!. Pero deberías, saber, nena, que estamos ya en la página 3 del Word, así que si tienes algo importante que decir, deja de enrollarte y suéltalo de una vez, nena.
-Las muertes han comenzado este mismo primero de año.
-Muertes, ¿muertes en grupo? ¿Cómo en aquella peli japo donde 50 niñakas se lanzaban a las vías del tren?
-No son tan numerosas, pero se están extendiendo por todo el país.
-¡K JEBY!
Y cuando me sonó el móvil, pegué un grito. Miré quién me llamaba, y era Gigi.
-¡Nena! -dije al descolgar-. ¿Has conseguido un bono descuento en bautizos y comuniones o qué, nena? ¿Dónde coño estás, Gigi? Llevo dos capítulos hablando con Sayuri y NO ES TAN divertida como tú, nena. Me cuenta cosas de susto y de muertes en grupo.
-¡Tía, me han dado una botellita con agua bendita!
-¿Y eso para qué? ¿Pa tomarte un tripi? ¿Te ha cobrado el cura?
-No, tía, me la ha dado gratis.
-¡Anda, pues dile al padre Karras que te de otra pa’mí, nena!
-Es que… mierda veo, mierda quiero.
-¡Mira quién fue a hablar! Nena, que te hablo en serio, que la Sayuri lleva dos capítulos acojonándome viva con la peli aquella del Arnoldo "Sofenjaker" del Sexto Día.
-El Día Cero –me corrigió Sayuri.
-¿Y dónde estáis?
-En un bar de aquí al lado. Bajando por la calle Luna.
-¡Anda qué bien! Ve pidiéndome un sándwich mixto a la plancha, que de tanto rezar me ha entrado hambre, tía.
-Pues nena, no sé, este bar tiene una pinta que espanta. Como mucho, tienen boquerones en vinagre.
-Ay, no, tía, qué asko, que se me pegan los "anisetes" esos del pescado.
-Anisakis, nena.
-Tía, ¡pues ve pidiéndome algo que no tenga "anisetes"! Que voy pa’llá, que vas a fliparlo cuando te cuente el curita que hay en la "inglesa".
-¿En la iglesia?
-Sí, en ese sitio, tía.
-Venga, pues corre que te esperamos aquí –y colgué, antes de preguntarle a Sayuri-. Entonces… ¿todo esto del Día Cero y los que se matan para que les salga un bicho, qué relación tienen con la Agapita mía?
-A ver, que me ordene toda la historia, porque me has desconcertado con lo del anisakis…. Ah, ya: la tal Agapita se enamoró de un chaval, que la “rescató” de su primera noche en Madrid.
-Hasta donde yo (y todos mis lectores) leímos de ese diario, la nena se ocultó en un soportal de Ballesta o de por ahí.
-Sí, ahí conoció a alguien que la introdujo en esa secta. Habla de él muy poco, durante unas tres o cuatro páginas.
-Vaya, pues me las perdí.
-En ellas, contaba cómo este chico… la metió en un grupo que iba a hacer algo muy gordo…
-¿Robar un banco?
-No, Dolly. Suicidarse.
-¡Capaz la creo! No me digas que le comieron el tarro a la nena.
-Y lo llevaron acabo…
-Entonces… ¿quién siguió escribiendo el diaro?
-Lo que salió de ella.
-¿¿¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEE??? –e inmediatamente comprendí, que no podía acabar este capítulo como el anterior, donde gritaba lo mismo-. ¿Cómo que lo escribió lo que salió de ella?
-O lo que ella cree, quiero decir. La segunda parte del Diario, la cuenta otra persona. Es su misma letra, sí, pero su forma de hablar, de expresarse y las palabras que utiliza, son completamente diferentes.
-¡No fastidies!
-Tías, ya estoy aquí –chilló Gigi al entrar al Bar, y miró al camarero que estaba medio dormido-. ¡No quiero nada que tenga anisetes! ¡Quiero un bocadillo de tortilla! ¡Sin ainsetes!
-¿Desde cuando se ha visto una tortilla con "anisetes"? -preguntó el camarero medio mosca, sin saber si Gigi era de verdad, o formaba parte de un mal sueyo suyo-. Mis tortillas no tienen anisetes.
-¡Anda! ¡Pues mejor! -dijo Gigi y se sentó con nosotras.