miércoles, febrero 08, 2006

~13~ 2ª Temporada

En el capítulo anterior...

Con Gigi más tranquila y relajada de lo suyo, porque ya había follado, y no hay nada que tranquilice más y relaje más, que follarte a un segurata que te enseña el rabo en el campo, me decidí a proseguir con mi investigación en el Valle Takami…eso sí, con estilo, ropa cool que no olía a meados de viejas chifladas, y con mi ZEN.

Al salir de la cabaña, pensé en un momento en Gigi. ¿Le había dejado las llaves de la cabaña? Me da a mí que no. ¡Es igual! Llamaría a uno de sus amigos seguratas y derribaría la puerta a pollazos. Y después se lo tiraría, como suele hacer la Gigi. Madre mía. Seguro que esté donde esté esa pobre chica, le pitarán los oídos como a Aznar cada vez que lo mencionan en La SER… que son muchas veces, a la hora.

La dichosa niebla no terminaba de disiparse, y yo comencé a preguntarme si no tenía contratado el tal Takami a uno de esos de los Efectos Especiales del cine, haciendo humo con hielo carbónico, pero me da a mi que no, porque olía a humedad, y no a humo de discoteca.

-¡Necesito un caniche rosa! –chillé a nadie en concreto, porque estaba sola en uno de aquellos caminitos tan cools, pero me salió del alma, porque tras la aparición de la chica de la lavandería, me había puesto otra vez en el ZEN la banda sonora de Wedding Crashers, y el primer tema es para ponértelo y sacar a pasear un caniche rosa, o un perro cagarruta de esos que lleva la Paris Hillton, que a todo el mundo le caerá mal, pero que ha conseguido desbancar con su Insoportable Levedad del Ser, a la mismísima Tori Spellind. ¡Qué JEBY!

Me arrebujé en mi cazadora de súper puta y miré la hora. ¡Las cuatro y veinte de la tarde! ¡Neeenaaa, pues sí que es diferente el campo a la ciudad! Porque llevo no se cuantos capítulos, y aún no he pasado ¡¡¡ni un día entero en este sitio…!!! Pero es que pasan tantas cosas en tan poco tiempo, que lo voy atener que editar este blog por horas, y no por capítulos, como siga así.

MERENDERO. Leí en un cartel.

-¡Anda! –dije-. ¡Seguro que fue ahí donde Gigi comió PORRAS!, esta mañana –y para allá que me fui, siguiendo el cartelito.
-¿Dolly? –chilló una voz a mi espalda, que no me sonaba de nada.

Me di la vuelta, y entrecerré los ojos a lo Kidman en Las Otras, para ver quién se escondía bajo la silueta en la niebla, y salió aquel tipo; respiré aliviada, porque ni era un yayo desnarigado fantasma, ni una yaya alcohólica meaespaldas, ni alguien desconocido que tiraba piedras al lago… porque era, el acompañante rarito de La Rata Gustavo, esa marika sin amigos, que me amenazó con hundirme viva nada más conocerme.

-¡Dolly…! -repitió.
-¡Esa soy yo! -dije sonriéndole-. ¿Qué tal? -y miré a los lados-. ¿Te han dejado salir sola?
-¿Estás medio sorda, no? Llevo llamándote casi un minuto.
-¡Vaya! Es que tengo el ZEN a veinte de volumen, y con eso me puede caer al lado un Deep Impact al lado, que ni me entero, nena; ¿Y la psicópata de tu amiga? ¿Aullándole a algún animal indefenso del bosque?
-Posiblemente –dijo entre risas-. El chico lo está pasando mal.
-Mira, nene, que lo esté pasando mal es una cosa, y que sea una hemorroides que te encuentras en un trayecto de avión Madrid-Los Angeles, es otra muy diferente. A todo esto, ¿cómo te llamas?
-Justo.
-Estarás de coña, ¿no?
-No…; te importa que te acompañe, a donde vayas –dijo señalando delante nuestro.
-¡Claaaro que no! ¿Pero seguro que no aparecerá tu amigo con un machete por ahí, para desollarme por estar hablando contigo?
-Espero que no…

Justo se puso a andar, y yo también.

-¿Se puede saber qué le pasa a la Rata Gustavo?
-¿La Rata Gustavo?
-Sí, nene, yo es que si no le pongo un mote a la gente, no recuerdo los nombres. Salí a mi abuelo, que llamaba a mi abuela Antonia, cuando la mujer se llamaba Rosario. ¡Ya ves! –Justo sonrió y comenzamos a subir por la cuestecita aquella.
-Lo que le pasa a Gustavo, es que acaba de romper con su pareja. En realidad iban a venir los dos, pero al romper unos días antes, Gustavo me rogó que le acompañara, o de lo contrario hubiera venido sólo, buscaría un árbol bien alto y se ahorcaría.
-¡Qué jeby! Bueno, viniendo de una mente perturbada como la suya, no es para extrañarse tanto.
-No te pases, que es mi amigo.
-Sí, guapito de cara, pero a mí fue verme… y ponerme a caldo. ¡Sin haberle hecho nada!
-Está algo irascible.
-Ya, ya… así que tú y él… quiero decir, no tenéis nada, sólo amigos, ¿no?
-Eso es.
-Vaya… pues si te gustan los hombres, te diré que por este sitio a la que te descuidas, te follan viva. A Gigi le pasó; Gigi es mi acompañante. Iba a venir mi actual novio, Bruno, que está cuadrado, que es poli, y que además le queda de escándalo su uniforme, pero aún siguen con la investigación del paradero de los malos de la Primera Temporada de Dolly Partos, y se tuvo que quedar en Madrid. ¡Ya ves! Y aquí, para colmo, no hay cobertura del móvil. Y le envié un ESE EME ESE, y hasta la fecha.
-¿Te encuentras bien?
-¿Yo? Bueno… ¿lo dices porque no paro de hablar? Es que, me han pasado varias cosas en muy poco tiempo, y no he terminado de asimilarlas, pero te puedo dar un consejo. Si ves por ahí a una mendiga que huele a alcohol, huye, o a la que puede te mea encima. Lo sé por experiencia.
-¿Y eso del fantasma?
-No sé, nene… este sitio es de locos. Con lo bien que estaba yo en mi casita, follando con mi Bruno y todo eso. ¡Pensé que el campo sería otra cosa!
-Porque estás acostumbrada a encerrarte en los cuartos oscuros, ¡ladillosa! -dijo una voz que reconocía al instante: la Rata Gustavo-. Y eso es lo que te hace falta, mona: un cuarto oscuro pa hincharte –y miró a Justo con todo el odio que pudo contener en sus ojillos de rata-. ¿Qué haces con ÉSta...GOLfa?
-¿Ves lo que te decía? –pregunté a Justo.
-Gustavo, tranquilízate –intercedió él con aquella arpía de La Rata Gustavo.
-Sí, Gustavo tranquilízate –se dijo a si mismo.
-Nena, estás peor de lo que pareces -le dije yo, y me volví a Justo-. Nene, un placer y todo eso, pero prefiero seguir sola –y miré a La Rata Gustavo-. Y tú wappa, cómprate un sudoku y amplia tu vocabulario, ¡¡¡ordinaaaaaaria!!!
-Siempre que huelo a mierda, no puedo dejar de taparme la nariz -respondió ella.
-Mira, pues te vendrá de perlas eso de taparte la nariz, para que comiences tu cura de desintoxicación: ¡CACAINÓMANA!

Y me fui súper digna y sin mirar atrás, como una colombiana de esas de las telenovelas, moviendo caderas y con la melena hasta la rabadilla bamboleante; ya estaba yo bastante alterada... para que otra marika más alterada que yo me viniera a súper alterarme más. Sé que Justo dijo algo, pero yo no le oí, porque volví a ponerme el ZEN, con el volumen a tope, con el último disco de Ayumi Hamasaki: Miss Understood, y como el primer tema es súper jeby y cañero, pues que desconecté el audio del mundo real, y seguí andando hacia la zona del Merendero del complejo… hasta que tuve esa sensación…

Esa tan de… “alguien me está mirando”, y me volví, pero allí no había nadie. Reanudé la marcha, y otra vez… la misma sensación. Notaba un par de ojos en mi nuca, bueno, en mi nuca ¡imposible!, porque llevaba mi cazadora de súper puta & pelo de borreguito, que tuve que explicar varias veces a Gigi, que no era del borreguito de Norit, ni de ningún familar del Norit del anuncio, porque le entró tal depresión y llantina hiposa, que arrasó con mis existencias de kleenex y papel higiénico de casa. Y también con el paquete de servilletas que sobraron de las últimas Navidades, que tenían motivos navideños, y con tanta lágrima y tanto moco, la nieve y el muñequito de nieve dibujado de las servilletas, quedaron que daban asko y ganas de gomitar. ¡Casi la tuve que llevar a urgencias y todo!

Pero volvamos a mi sensación déja vù

Cogí el ZEN, y sin parar de canturrear como la Ayumi, que es imposible de seguirle la letra, porque la tía puta canta en japo, porque ella es japa, además de cool y rockera… y fui bajando el volumen hasta dejarlo a cero y presté atención a lo que me rodeaba. Al poco comencé a oír mis pisadas en el suelo terroso y con hojas secas, y la sensación de que alguien me miraba, escondido en alguna parte a mi espalda, regresó.

Me paré, fingí tararear el estribillo, que repito: es imposible que se lo aprenda nadie occidental, ni yo misma, que me declaro súper fan de la Ayumi Hamasaki... y oí las pisadas a mi espalda aproximándose, y me fui a girar cuando una mano cayó sobre mi hombre izquierdo, y yo finalicé el estribillo con un berrido, que asustó más a la propia Gigi, que a mí y a la Ayumi juntas.

-¡Tía! –chilló pálida como el cadáver de Copito de Nieve.
-¡Pero, Gigi! ¿Tú, tú, tú…. ¡¡¡Tú quieres matarme de un susto, hijadelagranputa!!!
-Dolly –y me hizo mímica para que me quitara auriculares!!!
-¡Tengo el volumen a cero, asesina de marikas! ¿Pero no estabas por ahí?
-Sí, tía, pero es que… es que… ¡me he sentido ignorada!
-¡Pues no lo entiendo!
-Pero tía, que me he sentido ignorada.
-Sí, nena, eso sí te lo he entendido, pero lo que no entiendo por qué no lo entiendes: llevas una camisa espantosa que sólo le gusta a la cocinera de este sitio, y has follado hace menos de dos horas. ¡La gente te debe tener envidia, tonta!
-No, Dolly. Es que he ido a investigar por ahí, y no hay nadie.
-¿Cómo que no hay nadie? ¿Se han ido todos? ¡Qué me dices!
-No, a ver, no hay nadie, pero están todos.
-¡Gigi! –y le cogí la cara-. No te habrás comido alguna seta del campo, ¿verdad?
-No.
-¿Seguro?
-Yo si no vienen las setas en bandeja, sabes que no me las como.
-¿Entonces a que viene ese galimatías?
-Pues porque todo el mundo está en sus cabañas, en lugar de estar realizando alguna actividad en grupo… -y se inclinó sobre mí-. Debe ser por lo que tú y yo sabemos.
-No, wappa, debe ser por lo que tú sabes, porque yo no tengo ni repajolera idea de lo que me estás hablando, Gigi.
-Por lo del fantasma.
-El fantasma y la yaya meona.
-No, tía, porque vi a la maripepis esa…
-¿A la Olivia?
-A esa… y estaba hablando con los demás de otras cosas.
-¿Y?
-Que hablaba de otras cosas, no de la mujer esa del lago que te atacó. Pero hay más.
-¿Más? –y Gigi asintió.
-Me ha dicho mi segurata…
-¡¡¡!!!
-Que les han dado órdenes escritas…
-Serán órdenes estrictas.
-No, tía, escritas. Una circular entre los seguratas, para que no-mencionen-nada-del-incidente-del-lago.
-¡Neeenaaa...! ¡Cuantos guiones has metido en una frase! ¡QUÉ JEBY!
-Yo le dije lo mismo a Pablo –hizo mímica-. Mi segurata.
-¿Pero y eso por qué? ¿Qué quieren ocultar? –y lo comprendí todo-. ¿Y si lo que pasa es que por aquí hay un geriátrico de freaks, nena?
-¿Sí? –preguntó súper flipada del susto.
-¡No, Gigi! ¡Espero que no! Sólo estaba divagando.
-¡Pues tía, no “drivragues” que me pierdo!
-Nena, aquí pasa algo. Tú sabes que pasa algo, yo sé que pasa algo, y además se me han meado encima…
-Y nos atacó el fantasma –puntualizó Gigi.
-Y está lo del bicho del lago y lo del “tira piedras al lago”, que no te cuento ahora para no liarte más, porque ya te veo bien asustada por lo del bicho del lago.
-¡¡¡¿Qué bicho del lago?!!! –chilló asustada.
-¡Ningún bicho, nena, no lo he visto! ¿Vale?, pero la yaya meona, en su diarrea mental, dijo algo de que esta noche saldría del lago ALGUIEN.
-¡Pero quién saldrá, Dolly, tía! ¡¡¡QUIÉN!!! ¡¡¡¡¿¿¿ARIEL???!!!
-¿Qué Ariel?
-¡La Sirenita, tía!

Y entonces le arreé una colleja, esperando que sus neuronas volvieran a reactivarse.

-¡Pero por qué me pegas, tía! -protestó frotándose donde le había dado.
-Porque te necesito lúcida, nena, ¡¡¡o terminamos finalistas de La Copa Golden Shower, neeenaaa!!!

Y entonces gritamos las dos:

-¡¡¡QUÉ JEBY!!!

Y nuestro grito asustó a un pájaro que estaba posado en algún árbol, sobre nuestras cabezas, y se fue volando y protestando como suelen protestar los pájaros.

4 comentarios:

Peibols dijo...

Que fuertaaaaaaaaa nenaaaaa

Pobre mi Gigi, que yo soy fans de la Gigi, pobrina!

Me ha encantado lo de Ariel, que lo sepas

Peibols dijo...

yo cualquier día localizo a la Gigi en gaydar y la acoso a mensajes privados...
la próxima vez que baje a Madrí iré con ojo avizor a ver si localizo a la Gigi vestida de lolailo-Carmen-Flores

Frank Palacios dijo...

Peibols, Gigi es la única persona del mundo que conozco, que es capaz de tener un momento Disney en medio de una crisis.

Onli tienes toda la razón, lo de MERENDERO, suena a "entras y no sales viva".

Pero lo más JEBY, es que me parece a mí que hay mucha marika suelta por el Valle Takami, y yo intento ser FIEL...ALBIAC, a mi Bruno!
(además de mantenerme sequita de posibles meadas)

Si lo sé, ¡¡¡le pido unas Tena Lady a la Concha Velasco, neeenaaa!!!

Hidroboy dijo...

Qué fuerte nena. Yo, puestos a elegir, prefiero que no salga la Ariel sino el Eric, que tenía un morbazo que quitaba el hipo y hasta YO renunciaría a mi cola por casarme con él.

Somos las hijas de Tritón... El padre amoroso que nos nombró...