martes, junio 20, 2006

~35~ 2ª Temporada

En el capítulo anterior...

Yo hice de doble de luces de Woopy Goldberg, y con la ayuda de Clarita, conseguí destruir el ídolo pandemoníaco que lo había embrujado todo, y de paso, la Bestia que había surgido de él, se cogió un cabreo… a lo BESTIA, aspiró el espíritu de Clarita, explotó en algo asqueroso… y entonces la iglesia se convirtió en el remake de La Aventura del Poseidón.

-¡Dolly!
-¡GIGI!

Alargué los brazos para intentar llegar hasta ella, pero entre la oscuridad y los chorros de agua que caían por todas partes, me sentí arrastrada como la Merryl Streep en aquella peli tan espantosa que se iba con los hijos al río, y no paraba de mojarse el pompis y el trompiss; la violencia del agua era tremenda, y aunque supieras nadar, te hundías todo el tiempo, y claro, te agobiabas más que cuando ves que el emule no descarga nada, y es porque tu ADSL está muerta, ¡neeenaaas!

Encima y para más inri, ¡¡¡por todas partes había cachos de aquellos tentáculos que eran como mocos gigantescos y que olían a culo de mona, y no paquistaní, no, sino a culo de mona del circo de Ángel Cristo, que la última vez que se lo lavaron, el Ángel Cristo estaba casado con Barbara Rey, neeenaaas; yo mantenía la cabeza bien alta, e intentaba gritar lo menos posible para que aquella asquerosidad no se me metiera dentro… ¡pero es que encima no podía ver nada! Aunque oía los gritos de todo el mundo, incluido el llanto del niño piñata, por alguna parte y muy de fondo.

Luchando contra corriente, decidí agarrarme a uno de aquellos brazos gitanos de pulpo que flotaban, controlando la epiglotis para no gomitarme del ajko, y moví los pies sin saber para qué, porque no había ni Dior que se aclarara allí, pero pronto el agua me arrastró y me hizo girar hasta toparme contra algo que gritó, cuando me choqué con él.

-¡Vamos a morir! –chilló desesperada La Rata Gustavo.
-¡Ande sales tú! –dije en voz alta-. ¿Es que no he tenido bastante contigo, para encima tener que aguantarte en este desesperante momento de mi vida, hijadelagranputa?

Pese a que íbamos directas a la muerte, la Rata Gustavo se calló y me miró con todo el odio que se podía mirar a media luz.

-¡Todo esto es culpa tuya, Dolly! –gritó.
-Claro, nena, al igual que el hambre en el Mundo, el que le tiren huevos a Rajoy-a, el que España marque 4 golazos a Ukrania, y tres GOLAZOS a TÚNEZ… ¿pero qué coño estoy diciendo? ¡¡¡Si no me gusta el fútbol, neeenaaa!!!
-¡Eres una gafe, Dolly Partos! ¡UNA GAFE!
-Y tú… ¡eres una desagradable de mirar! –y le di un mamporro con el cacho de tentáculo donde me agarraba, y la otra se puso a chillar como se pillara los huevos al cerrar un cajón.

Las paredes no aguantarían mucho más la presión del agua, y se habían puesto a gemir como esos cantos tan de psicofonía barata que hacen las ballenas, con todos mis respetos para ellas, y la gente dejó de gritar para concentrarse en aquellos sonidos que parecían decidnos telepáticamente: “esto va a cascar y la vais a palmar”.

El agua ya no hacía remolinos bajo mis pies, y en ese momento me aparté de la subnormal de La Rata Gustavo, alejándome del mudo de la iglesia, y nadé hacia el centro. El nivel del agua ya había cubierto por completo las vidrieras, y el techo abovedado estaba tan cerca, que podría tocarlo con una mano, si llevara unos zapatos de tacón a lo Kylie Minogue en el concierto del Show Girl.

-¡Qué peste, por Dior! –dije escupiendo el agua que se me había metido en los ojos y la boca, y al seguir nadando, observé cómo las puertas del fondo, las puertas principales de la iglesia, gemían y se abrían hacia adentro.

¡¡¡ESTE IBA A SER EL FIN!!!
¡Muertas!
¡¡¡TODAS MUERTAS!

Religiosamente, claro, por culpa del decorado, pero ¡MUERTAS! ¿De qué me iba a servir a mí ser una marika religiosa si estaba muerta? ¿Eh? ¡Yo no quería ir al cielo! ¡Quería ir al Heaven, y pedirme un ginlemon y disfrutar de la noche bailando a las Shimai! ¡¡¡Este no puede ser mi fin, nenas!!! ¡Vale que sea el Capítulo 35! Y es el FIN de la Segunda Temporada de Desperate Housegays, ¡pero no Mí FIN, neeenaaas!

-¡Entra luz! –gritó alguien, una voz masculina, en alguna parte a mi espalda.

Las dos enormes puertas de madera siguieron abriéndose y abriéndose, y miré hacia abajo, a mis pies. El agua no se movía, estaba quieta… como en una piscina. Bueno, una piscina en la que no hay niñakos cabrones saltando y haciendo el payaso, claro.

Volví a mirar hacia la puerta y me flipé. Al otro lado se veía la superficie del lago, la poca iluminación que ofrecía la luna llena, y mucho más allá, la orilla del lago Takami; los dos portones de madera terminaron de abrirse, mostrándonos la salida hacia nuestra supervivencia.

-¿Otra vez toca nadar?

Me pregunté en voz alta, mientras se mezclaron voces de confusión, asombro, y hasta alguna de ellas, había denominado aquello de “milagro”. ¡La virgen de madera! Recordé, y me prometí a mi misma, llevármela a casa y ponerle velitas votivas, y colocarla junto a mis deuvedés de Dolly Parton.

¿? ¿Y si se me incendiaba la casa por culpa de las velitas? ¡NO, nena! Que mi casita me ha costado muchos viajes al IKEA, para tenerla así de cool. Mejor, llevaré la talla de madera de la virgen a alguna iglesia (si sobrevivo a todo esto, claro), para que la restauren y las viejitas le puedan rezar a gusto. Sí, eso haría, nena. ¡Que Dior me la bendiga!

Me volví hacia toda aquella gente que seguía sin hacer nada, bueno, todos no, alguien vino nadando hacia mí nadando. MI BRUNO, pero no me abrazó, ni me dio un beso, ni nada de eso, porque el cacho de tentáculo apestaba como el culo de King Kong (tras cagarse a unas cuantas nenas sacrificadas por la tribu de tarados que vivían en la isla), se interponía entre nosotros.

-¿Qué está sucediendo Dolly?
-Mira, nene, no tengo ni la más remota idea, pero nunca en mi vida he visto una iglesia ascensor. Ni una iglesia sumergida que luego sale a la superficie, pero será mejor que salgamos nadando lo antes posible –y me volví a los que estaban pegados a la pared-. ¡Hemos de salir nadando de la iglesia! ¡A nadar al estilo perrito, neeenaaas! -les grité y me puse a nadar hacia el exterior, sintiendo que acababa de perder algo.

No hizo falta repetir aquello, porque todos se pusieron a nadar hacia la entrada, y aunque al salir, a todos (supongo), les dio mucho asquito encontrarse con trozos flotantes de la Bestia que vivía en el lago Takami, pronto le encontraron utilidad y los usaron a modo de flotadores; recordad, nenas, que había mucha gente mayor, ¡y que Shelley Winters, la palmó en La Aventura del Poseidón, después de fardar diciendo que había sido nadadora olímpica!

A varios metros, ya fuera de la iglesia, me detuve, mientras esperaba hasta que el último superviviente saliera y pasara a mi lado. Fue uno de los seguratas del Valle Takami, que pasó nadando a mi lado, con cara aún de miedo, terror y confusión. ¡Y no era para menos, porque aquello era como el final de Abyss, cuando salían a flote las naves de los marcianos y todos se quedaban con el culito encogidito de la emoción y el shock.

-¿Dolly? –me llamaron a mi espalda y no me volví porque sabía quien era.
-Dime, Gigi.
-¿Es verdad que esto es un milagro, tía? Porque las viejas y las Hermanas Calambre lo están diciendo.
-No lo sé Gigi… -y me volví hacia ella-. Pero ESTO, normal, no es, nena. Ya en Abyss cantaba de lo lindo, ¡imagínate en la vida real!
-Será mejor que nos alejemos, no vaya a ser que se hunda y nos trague el remolino, tía.
-Sí, vamos a alejarnos –y di la espalda a lo que sobresalía de la iglesia sumergida, que era más de la mitad, chorreando agua de todas partes, y me puse a nadar al lado de Gigi-. ¿Sabes a lo que me recuerda esto?
-¿La iglesia?
-No, nena, esta situación. Las dos nadando, entre toda esta mierda flotante y pestilente.
-¿A qué, tía?
-Al final de Tiburón, nena.
-¡JARL, tía!, no digas eso, que me entra la angustia, y mira que la orilla está a tomar por culo, tía.
-No hay tiburones en los lagos, Gigi.
-Ya, tía, y tampoco hay bestias enormes con tentáculos, y en este la había. Así que deja de tentar a la suerte, que esta es la segunda vez que te libras de palmarla, tía.

La miré y no pude más que reír y seguir pataleando rumbo a la orilla, con Gigi al lado… aunque sabía que a partir de ese día, de esa noche concretamente, mientras se formaba un gorjeo monumental tras nosotras, cuando la iglesia comenzó a descender lentamente bajo las aguas, hasta dejar asomando como el periscopio de un submarino la torre del campanario, luego el techo de tejas, la veleta y después nada... que algo había cambiado aquella noche. Algo de no podía controlar, pero que estaba claro, que controlaría y cambiaría de alguna forma mi vida… y me sentí fatal.

Pero me callé. Sí nenas, porque dentro de lo que cabía en un Glory Hole, todos habíamos salido vivos de tan tremenda aventura, y habían aparecido muchas personas, que llevaban años desaparecidos y secuestrados como zombies, en la iglesia sumergida del Valle Takami, antes conocido como Pueblo de Cien Pasos.

El resto de esa noche y amanecer, aún permanece en mi memoria como en esas series de televisión, donde terminan el capítulo con un montaje de imágenes muy cools, mientras suena de fondo una canción de alguna petarda americana popera que canta sus penas al viento, con la ayuda de una guitarra.

En menos de dos horas, las instalaciones del Valle Takami se llenaron de policías, y dos vehículos del SAMU-ERTO, para llevarse a los heridos. Vi fugazmente las caras de los que habían sido los compañeros de aventura y cabañas: Las Hermanas Calambre, a Mari Cochambre y a su hijo el niño piñata, a la Rata Gustavo y a su novio, a los saboteadores ecologistas, a la parejita de pijos y a Olivia, la relaciones públicas del complejo Takami, que aunque al principio de esta aventura no podía ni ver, de lo estirada y megaborde que era, cuando descubrí (y vosotras conmigo, nenas) que era la hermana de Gigi, ya la cosa cambió. Aunque sigue siendo borde.

Sí, nenas, Olivia se portó súper bien, y cada vez que pasaba a mi lado me preguntaba que cómo estaba, que si quería salir en uno de los transportes que nos llevarían a casa y todo ese rollo… pero yo le dije (más de una vez), que no, que ya esperaría a que todos los heridos salieran, y que me iría con Gigi (con Gabriel), su hermano. ¡Porque esperaba que Gigi se fuera conmigo a Madrid, claro! ¡No me iba a dejar sola él también!

Y es que eso mismo fue lo que sentí, nenas, que estaba más sola que la una, y que todos aquellos acontecimientos habían conseguido apartarme de todo el mundo al que quería, como Gigi, que ahora tras encontrar a su madre biológica y descubrir que tenía una hermana, seguramente tomaría un nuevo rumbo su vida, y no volvería a ser la Gigi de antes. Aunque hay que decir, que me costaba pensar en la idea de que Gigi pudiera cambiar. Bueno, si los científicos de la NASA experimentaran con él, quizá.

Y Bruno. Aún tenía esa mirada de Bruno en la cabeza, cuando me preguntó en el interior de la iglesia, qué era lo que estaba sucediendo. Vi el miedo en sus ojos, y el temor de seguir a mi lado. ¡A ver si la hijadelagranputa de la Rata Gustavo iba a tener razón, y yo era una GAFE! ¡Gafe, yo! ¿Gafe yo? ¡Ni gafe, ni de Getafe, nena!

No, no y no. No quise pensar más en eso, y me fui a mi cabaña a dejarlo todo ordenadito y guardado, y de paso, tomar prestadas algunas cosillas. Jabones, ceniceros cools, esas cosillas que siempre se “toman prestadas” en los hoteles, nena.

Una hora después, y con una Gigi más radiante que nunca, volvíamos a Madrid en un autobús, y a mi me tocó asiento de ventanilla, y disfruté de aquel sol del medio día, mientras Gigi no paraba de contarme que se había intercambiando los teléfonos y direcciones con su madre y con Olivia, y… tras mucho parloteo, y a menos de 15 minutos de la Plaza Castilla, donde nos dejaría el bus de la Corporación Takami a todos, hizo la pregunta fatídica pregunta.

-¿Y Bruno, tía? No le he visto en toda la mañana… Claro que he pasado toda la mañana con mi mamá –y se le llenó el rostro de un brillo sobrenatural.
-Creo, creo que Bruno es historia, nena.
-¿Cómo? –preguntó levantando tanto las cejas, que desaparecieron bajo el flequillo.
-Creo que… creo que se ha terminado lo nuestro, Gigi. Que me ha dejado. ¡Soy gafe, Gigi!
-No, tía. Que me digas que te deja por lo puta que eres, vale, me lo creo, ¡pero tú no tienes "gases", tía! ¡Que te he visto salir disparada a Dior sabe dónde, cuando te viene uno!
-GAFE, Gigi, gafe, no GASES… -y me limpié una lagrimita, que no sabía por qué narices me acababa de salir-. Puede que este sea el sino de mi vida, nena. Que soy tan cool y me pasan tantas cosas, que para otros… quizá sean demasiadas emociones juntas.
-¿Pero a ver, tía? ¿Te lo ha dicho él? ¿Has hablado con él?
-No hacía falta, nena, lo vi en sus ojos. Me tenía miedo. Y en todo el tiempo que pasamos en el Valle, no volví a verle…
-¿Pero le buscaste, preguntaste por él? Quizá estaba muy atareado, Dolly, que ha aparecido gente que deberían estar muerta desde hace muchos años, tía. Lo que pasaba en ese lago, era todo un Expediente X, tía.
-Lo que pasaba en ese lago y en mi vida, Gigi, es un Expediente X. Yo misma soy un Expediente X, nena. Y no todo el mundo está preparado para soportar esa carga. ¡Mira a Peter Parker! Mucha marilicra y lanzando mierdas por las manos para salvar a la gente, y al final, ni la Mari Juana esa se casa con él. ¡Y yo ya voy por la Segunda Temporada de Desperate Housegays y sigo soltera, nena!

Me miró unos segundos, asintiendo, y dijo lo que todo buen amigo te dice en esos momentos que estás hundida hasta los sobacos en la miseria.

-¡Tú estás tonta, tía! ¡Bruno no sería capaz de hacer eso!
-¿Te apuestas una comida?
-No, tía, que siempre ganas y termino pagando la pitanza, ¡puta!
-¡Huala, nena! ¡Gano, porque pierdes las apuestas! ¡Anda que no!

Y las dos nos reímos.

-¿Sabes lo bueno de todo esto, Dolly?
-A ver, criatura de Dior, te acabo de confesar que mi vida está más hueca que el agujero de las bragas de Carmen de Mairena, y tú has encontrado algo positivo?
-Pues sí, tía. Aún no ha acabado el 2005, y podemos pasar el fin de año juntas, tía.
-¿Juntas? ¿Y qué pasa con tu madre y tu hermana? ¡Acabas de descubrir que tienes FAMILIA, Gigi! ¡Ya no eres una adoptada! ¡Ya no eres Gigi Twist! ¡La Huerfanita Polanskiana, nena!
-Sí, tía, y todo te lo debo a ti.
-A mí nada, nena.
-Sí, tía, porque me llevaste de excursión al campo.
-Bueno, eso es cierto. ¡Pero yo no tenía ni repajolera idea de que Jacinta era tu madre, nena! ¡Como tampoco sé, y a cuenta de qué, te pusiste en plan súper macha y querías que el cura vampiro volador te sacrificara a ti, en lugar de a mí, pinchándome con aquella cosa!
-Bueno, no fue un acto de heroísmo, tía. Simplemente, sabía algo que podría funcionar, y porque además, iban a matar a mi mejor amiga, tía.
-Ya, nena, ¿pero por qué lo hiciste?
-Verás, en la búsqueda de mis raíces familiares, vi libros como aquel, pero sin magia ni plumas voladoras. En esos libros, se anotan los nuevos bautizos y nacimientos en los pueblos ¿me sigues?
-Claro, nena, que me estás hablando de algo que entiendo, ¡no de la fusión del átomo en frío, Gigi!
-Pues bien. Vi lo que hacía contigo, y cómo te sacaban el nombre, con aquella pluma mágica que te pinchó.
-Sí, nena.
-Leyó tu nombre por la sangre, y te iba a inscribir en el Pueblo de las Marimalditas, y a dejarte allá abajo, zombie perdida.
-Sí, nena.
-Lo que se me ocurrió, es que yo… el nombre que tengo en el DNI, no es el verdadero, tía, porque el que me puso mi madre es Gabriel, pero desconocía cual era mi primer apellido. El apellido de mi padre biológico.
-Y tampoco sabías el apellido de tu madre biológica, nena.
-Claro, tía, por eso supuse que cuando aquella pluma voladora me pinchara, se le jodería el software y se volvería loca.
-¡K JEBY, NEEENAAA! Claro, por eso se prendió fuego y todo. Se volvió loca del coño la pluma voladora, nena.
-Sí, tía –y se tocó la cabeza con el índice-. Que a veces, pienso, Dolly.
-Ya veo, ya… ¡lástima que sólo sea en situaciones de vida o muerte, nena!
-¿Sabes lo que podemos hacer nada más llegar? Tú ventilas la casa, le hechas de comer a Furcia, y yo me voy al chino de la esquina y compro un menú para cuatro, y nos lo comemos y hacernos las muertas hasta que dejemos de estar agotadas, tía.
-Sí, nena, que llevo sin dormir y sin comer de manera NORMAL, ni se sabe cuantos capítulos.
-Pues eso será lo que haremos, tía.

Y así hicimos, nenas. Comimos comida china hasta que casi empezamos a hablar en chino, nos pusimos la tele, y nos quedamos fritas viendo Qué Bello es Vivir, que como todas las Navidades, la echaban no se cuantas veces en Antena 3.


~FIN~

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial, buen desenlace, aunque yo quería más sexo y tu te cargas a Bruno, no es justo!
Ya ves que he dejado de ser un lurker.


ProloGO-GO ya!

Hidroboy dijo...

Qué fuerte tía.

Eres una gafe, recuérdame que no te invite a mi fiesta de cumpleaños que, contigo aquí, seguro que muero atragantada con el pastel.

Ahora que Bruno te ha dejado y Gigi tiene familia ¿puedo follarme a alguno de los dos?

Me ha entrado hambre de arroz tres delicias.

Frank Palacios dijo...

Oskarin, nena, nadie más que yo, estaría súperencantada de haber terminando en un megapolvo con Bruno, peron ¡ya ves!, la vida nunca es como en la Marika Ficción (¡¡¡Pero si esto es Marika Ficción, Neeenaaa!!!)

Y lo próximo será el Epílogo-go! de esta Historia, nena, no el Prologo-go!

Hidro, nena, para GAFES, tú, que eres una CUM Laude, wappa, que en tus historias mueren marikas a puñados, y la que no muere, termina colocada perdida y con la cabeza en un retrete, cantando algo de Sonia y Selena, ¡PUTA!

Y cómprate unos ansiolíticos, nena, con eso de llevar tu Virginidad a límites extremos, ¡¡¡hace que te entren ganas de tirarte a todo lo que se menee!!!

Y no olvidarse, nenas, que este...

Sábado 24
Epílogo-GO!

Porque aunque el Capítulo 35 ponga FIN, aún queda el Epílogo-GO! de esta Segunda Temporada de Desperate Housegays... en el cual, a más de una de vosotras... se os quedará la boca abierta, ¡Y EL CULO TAMBIÉN!

¡¡¡K JEBY!!!
¿Y te lo vas a perder?
¡JARL!

Naxo dijo...

Después de seguir las dos temporadas como una perra, creo que ya va siendo hora de que te escriba un mísero comment, nena!
Me tienes enganchadísimo, soy tu fans (pero sin ramalazos psicópatas como la Rata Gustavo)
En serio nena, enhorabuena por la temporada, me ha encantado!
Saludos! ;)

P.D: Aunque hasta ahora no te hubiera escrito, siempre que entraba ponía a Furcia a hacer sus ejercicios (debe estar hasta los cojones ya de mí xD)

Frank Palacios dijo...

¡Así estaba Furcia de estilizada! Que la Gigi ya estaba pensando en pasarse al pienso del animalito, ¡¡¡Para bajar de peso!!! (con vistas al verano, claro)

¡Muchísimas gracias, Naxo!
¡Y no pierdas la costumbre, neeenaaa! (que yo ya me pasaré a cotillearte el Blog ¡Menuda soy yo!)

Kisses en las narices...
¡¡¡Y NO TE PIERDAS EL EPÍLOGO-GO!!!

Hidroboy dijo...

Y no te pierdas el Kill Pili, ya que estás. ¡PUTA!

Porque que sepáis que si este blog existe es GRACIAS A MÍ.

¡¡¡VIVA YO!!!

Anónimo dijo...

Naxo, guapo, de eso nada, aqui la fans numero uno y digna de llevar el merchandising oficial soy yo :).
Dolly guapa, y no quedaría más "in" comer comida japo que un chino de 6 euros?
kisses.

Naxo dijo...

Neeeeena, que hay Dolly para todas!!!
Además yo no he dicho que sea la número uno, seguro que aparecieron gruppies de Dolly antes de mí! (aunque ninguna ha puesto a Furcia a correr tanto en la rueda como yo JA! :-p)
Y la comida china tiene su punto, porque te la lleva a casa un chino con cara de absurdo en unos botes de plástico grasientos de los que se sale un liquidillo que no acierto a identificar.
Besos!

Frank Palacios dijo...

Pauli, nena, claro que es más cool ir a un japo, pero los japos son más de pescado y a algas que huelen a algo que no quiero recordar en estos momentos (sí, nena, a eso mismo) JAJAJAJA.

Además a la Gigi le encanta ese chino, porque siempre le dan alguna tontería: unos palillos, un calendario, un palo verde con dos hojas, unas campanillas para colgar a la entrada de su casa... Yo creo que va a por los regalos, que a por comida, nena.

Naxo, ¡no me seas warro, neeenaaa! Que vas a conseguir que no vuelva a comer La Familia Feliz, sin hacerle todas las pruebas de un buen CSI.

Por cierto, la Furcia, además de estar más estilizada, creo que se ha vuelto más lista, porque el otro día iba con un paño de cocina, ¡y la tía se puso a correr en la rueda como si le dieran un tripi!

Claro que luego entendí el porqué, y es que confundió el paño de cocina negro y blanco (y del IKEA) a rallas... ¡con tu camiseta, neeenaaa!

El problema, es que ahora he tenido que esconder los paños de cocina esos. No por Furcia, no, sino ¡por la puta de la Gigi!, que es que se parte el pecho enseñándoselos al animalito, ¡¡¡y la otra corre que te corre, como la Massiel en busca de un Bar, nena!!!

Naxo dijo...

Neeeenaaa, tu cocina debe ser lo más para que Furcia confunda los paños con mis divinas camisetas!
Furcia se ha aprendido ya todos mis modelitos, está harta de ver polos rosas, camisetas de rallas, piratas, sandalias.... Pero como está curada de espanto con las camisas lolailo de la Gigi, pues ya no se asombra de nada la pobre.
P.D: Si corre tanto es porque el otro día le eché unas gotitas de anabolizantes en el bebedero (a Furcia, a Gigi no). A ver si nos gana los cien metros en rueda y nos saca de pobretonas! (y así en vez de comprar los paños de cocina en el Ikea, los compramos de Carolina Herrena, que son mucho más cool. No vas a comparar, nena)

Frank Palacios dijo...

¿De Carolina Herrera?
Pa eso me los compro ¡¡¡DE PURIFICACIÓN GARCÍA, NEEENAAA!!!

Por cierto, nenas del mundo mundial, ya está disponible (donde todos sabéis), la auténtica "HidroPartos" Experience de sonido, de luz y de colooooOOOooO0, de luz y de colooooOOOooO0!!!!

-¿Y yo?
-No, Gigi, tú no estás en ella, pero te gustará la música, nena...
-Jopeta, sois unas separatistas, tía.
-No, nena, somos DIVAS, y contra eso, ¡no hay tu tía!

Sólo tenéis que buscar (donde ya sabéis), por "A PETARDA NO ME GANAS, VOL 1".

Y no doy más pistas, ¡que esto no es el pasalacabra, neeenaaa!

Hidroboy dijo...

La True HidroPartos Experience of Sound and Color Pandemonium Miserere.

Nena, apunta ese nombre que nos forraremos.

Ni THX ni hostias.