martes, diciembre 19, 2006

~16~ 3ª Temporada

En el capítulo anterior...

Pasó de TODO, nenas, y si no te lo has leído… ¡vergüenza debería darte, puta!, porque si no me lo nominan a los Globos de Oro, lo nominarán a los Oscars, y escribirán libros sobre él, y se rodará una película, ¡porque tiene de todo! Sexo, acción y VOTACIÓN ¡Viva la marika-ficción! (aprende a contar historias, Milikito).


Aún me temblaban las manos, y había llorado tanto, y me había asustado tanto, que supuse que lo que me quedara del año sería ideal, sin lágrimas ni sustos, pero no, nenas…

-¿Quieres tomarte el café? –me insistió Sayuri para que largara.
-¡Ay, nena, que estoy aún trauma-rizada, como dice la Gigi!
-Porcierto ¿Dónde está Gigi?
-En misa, nena. Yo quería que viniera, pero la tía puta se puso a llamar a la puerta de la iglesia de aquí al lado, ¡hasta que salió el cura en eskijama de rombos! ¡Un espanto, nena, porque YA NO SE LLEVAN LOS ROMBOS, NENA!
-¿Y para qué coño se ha metido Gigi en una iglesia?
-¡Para REZAR, nena! –dije y miré por primera vez, de forma enfocada, a Sayuri.
-¿Rezar?
-¡Sí, nena! Aunque dudo que se sepa de memoria algo más allá del Padre Nuestro, y el Padre Nuestro que nos enseñaron en los años 70, nena, no éste de ahora que es más mega cool y más políticamente correcto.
-¿Pero qué es lo que ha sucedido? –me preguntó Sayuri mirando su reloj.
-Oye, nena, que si tienes prisa, no hace falta que te quedes a oír el relato, nena. Pero tengo lectores que se estarán preguntando ¿A qué cojones viene esta ELIPSIS ARGUMENTAL?
-Dolly –dijo la Sayuri en el tono más tranquilizante que pudo encontrar-, son las cuatro de la mañana, y me has sacado del trabajo. No voy vestido de policía por gusto, ¿sabes? Voy así porque me has pillado trabajando.
-Pues deberías llevar el uniforme más a menudo, nena, porque te realza la figura y te ilumina más los pómulos.
-DOLLY…
-Vale, vale…
-¿Qué ha sido lo que ha pasado esta noche?
-¡De todo, nena! ¡Hasta GIGI se ha reconvertido al catolicismo!
-Cuando me llamaste, me dijiste que le habían pegado a Bruno.
-Pegar… no es la palabra que definiría el cañonazo que le metió Manolo.
-¿Manolo?
-Sí, mi vecino, el bombero.
-¿Bombero?
-A ver nena, no te voy a hacer a estas alturas un desglose de personajes, porque mis FANS van al día con cada capítulo, así que mejor te metes en Internet, y te lees la Tercera Temporada de Desperate Housegays enterita, hasta éste Capítulo 16, ¿vale?
-Está bien, está bien… cuéntame entonces, ¿qué pasó después de que le pegaran a Bruno?
-Algo terrible, nena…

Y entonces las dos oímos el sonido de las cuerdas de un arpa, y las dos nos distorsionamos como si el mismísimo Dior estuviera intentando aprender las funciones de Efectos con el Photoshop!, y volví a estar en el descansillo de la puerta de casa, con los ojos llenos de lágrimas y diciendo.

-¡Manolo, acabas de matar al único hombre que me ha querido de verdad! Suena cursi, ¡PERO ES VERDAD!
-Manolo, es el bombero, ¿no?
-Sayuri, nena: ¿Quieres estarte calladita y atenta, y no joderme el flashback, coño?

Miré hacia abajo, donde estaba Bruno hecho un guiñapo, y aparté a Gigi (que seguía megaflipada con la visión de la polla de Manolo), y bajé las escaleras de dos en dos hasta llegar junto a Bruno; tenía sangre en la comisura de la boca, y comenzaba a levantarse, aunque seguía medio sonado por el hostión que le había metido Manolo.

-¡Bruno! –comencé a decir con lágrimas en los ojos-. ¿Por qué has tenido que venir?
-Apártate –dijo de forma brusca, y me aparté de él, claro-. No sé que hago perdiendo el tiempo…
-Pero, Bruno…
-No, no tienes que explicarme nada… simplemente, apártate de mi camino.
-Bruno… -dije en un hilito de voz, y su visión se enturbió, porque yo estaba llorando, como en el último capítulo de Heidi.
-Oye… aléjate de mí, ¿quieres?
-Pero tengo que explicarte que esto…
-Esto, me importa un carajo, ¿entendido? Me importas un carajo tú, y todos esos frikies que salen en este blog. Lo tuyo… lo tuyo no es normal, Dolly…

Cegada por las lágrimas y con un tapón en la garganta, no pude responderle, ni defender a mis FANS que tanto me quieren (digo yo que me queréis, ¿no?).

-Sólo quiero que te mantengas bien lejos de mi vida –dijo lleno de odio, y se limpió la sangre de los labios con la mano, antes de darme la espalda y comenzar a bajar las escaleras… alejándose de mi vida, para siempre.

Yo me quedé allí, llorando como una mema, porque ahora sí estaba segura, de que había perdido definitivamente a Bruno. Después de esto, no se iría a Murcia para alejarse de mí… ¡se iría a MARTE! Y todo por mi culpa. ¡Por meterme en fregados!

Volvió entonces aquellos acordes de arpa y volví a distorsionarme toda enterita yo, allí en el descansillo donde estaba, para limpiarme las lágrimas en aquel cochambroso bar que había al lado de la comisaría de policía donde trabajaba Sayuri (y donde también trabajaba Bruno).

-Ahora puedes hablar, que ya he terminado con el flashback, nena.
-Pero él… Bruno, no sabía nada de lo que habías planeado con esa tal Jessica…
-¡Coño! –dije sorprendidísima-. ¿Te has leído los 15 capítulos anteriores?
-Es la única forma de que todo lo que me cuentas, tenga sentido, Dolly.
-Y no me ves como a un bicho raro, ¿verdad?
-A ver, Dolly, lo que te pasa a ti, no le ocurre a nadie más.
-Eso no es del todo cierto, señoría: a la Gigi también le pasan estas cosas –dije en plan Susan Sarandon, cuando hacía de abogada en El Cliente.
-Eso es verdad…
-Nena, creo que he perdido a Bruno definitivamente. Con lo mono que es… y lo bien que folla –y casi me empalmo al recordarlo, pero me contuve porque aún seguía en aquel bar de mala muerte.
-Qué pasó luego, eso que me decías de monstruo, y de la Gigi lanzándose por el hueco de las escaleras.
-A ver, que tampoco ella es la Mujer de Goma. Gigi se lanzó por el hueco de las escaleras cuando corríamos por el primer piso.

Las paredes ondularon y volvimos a oír el arpa. Creo que el dueño del bar, también la oyó, porque miró al techo. ¿O miró al techo porque había una humedad? ¡Anyway!

-¿Por qué no has contado este capítulo de forma lineal, Dolly? Me estoy mareando con tanto flashback.
-La culpa de todo esto, la tiene la serie de LOST, ¡con tanto viaje al pasado, para explicar el presente y ver si de una repuñetera vez, esos tarados escapan de de la isla, nena!

En el descansillo (againg), y con la toalla en la cintura, lloré durante un tiempo indeterminado o hasta que se me congelaron los pies, y oí el estereofónico grito de Gigi. No era un grito normal, porque Gigi no grita como una persona normal (eso ya lo sabéis, nenas), sino algo parecido a Bart Simpson, y entonces crujieron algunos tabiques de madera, pero NO por el berrido de Gigi, no, que grita fuerte, sí, pero no posee el timbre de la María Callas! Ni sobria, ni ebria.

-¡Gigi! –chillé arremangándome la toalla y corrí escaleras arriba junto a Gigi, que miraba horrorizada y con las uñas clavadas en los pómulos, lo que sucedía dentro de la casa de Manolo y Jessica-. ¿Pero qué demonios…?

Me agarré a Gigi, y la aparté de aquella visión, y de aquellas cosas que como humo de puros, flotaban alrededor de Manolo.

-¡Qué está pasando! –chillé, y algo sacudió el cuerpo de Manolo hacia atrás, levantándolo a un palmo del suelo, pero allí no había absolutamente nadie, nenas.
-¡Se puso a temblar! –pudo decir Gigi presa de más histeria, que la contenida en las viejas que corren a las Rebajas del Corte Inglés-. ¡Y comenzó a salirle eso, tía!

ESO, a lo que se refería Gigi, rodeaba y abrazaba su cuerpo, haciéndolo desaparecer tras un gas gris, que en momentos se volvía marrón verdoso, y otra vez gris. Parecía que le atravesaba el cuerpo una descarga eléctrica fantasmal, pero no era electricidad, nenas, sino ese gas.

-¡EL MEGA-GAS, tía! –gritó Gigi.
-¡Imposible, nena! Eso era en el blog de Kill Pili, ¡no en el mío!
-¡Ah! Es verdad, tía. ¡Es que con tanto crosorbre que os hacéis tú y la Hidro-nena...!
-¿Quieres callarte y atender a esto, coño, que me da que es súper importante en mi historia?
-OKA, tía.

Gigi cerró el pico, y Manolo no estaba disfrutando nada con aquella experiencia, que inmediatamente taché de para-anormales (porque ya tenía unas cuantas vividas a mis espaldas y traseros), y se retorcía dentro del gas, hasta detenerse en una postura imposible, con la cabeza hacia atrás, justo delante de nosotras, y abrió los ojos de par en par, blancos como la nieve (esa que ya no existe gracias al Calentamiento Global, producida por la PUTA que corría desnuda en los anuncios de Rexona), y nos sonrió apretando los dientes.

Gigi y yo, con las pestañas rizadas del susto y más horrorizadas que cuando vimos La Mosca en el cine, y al Goldblum se le saltó la uña delante el espejo, retrocedimos un paso, por si nos escupía, nos ladraba, o nos cantaba la Tabla Periódica de los Elementos AL REVÉS… porque una cosa estaba clarísima. Aquel que nos miraba, no era Manolo.

-No le hagas daño… -dije, súper resuelta y con un CV a prueba de cosas para-anormales.
-Me pertenece –se limitó a decirnos, con una voz que NO ERA la de Manolo. Una voz que le salió sin abrir la boca, porque seguía enseñándonos los dientes, y con sus ojos completamente albinos clavados en nosotras.

La puerta se cerró de forma estrepitosa, y nosotras chillamos y nos abrazamos con tanta fuerza, que seguro que me han salido cardenales y todo, nenas…

-Luego, echamos a correr como dos histéricas, pero me tuve que volver a casa, sin dejar de chillar, para ponerme algo encima, y llamarte –concluí mi relato a Sayuri, que hubiera sido más largo y con más detalles, si no hubiera superado las tres páginas del Word, nenas, ¡que estamos ya en la cuarta página!
-¿Algo poseyó a Manolo? ¿Por eso está Gigi en la iglesia?
-No, nena, Gigi está en la iglesia porque va a montar una tienda de velitas votivas y busca clientes ¿TÚ QUÉ CREES, NENA? Está histérica del susto, por ESO que vimos, nena... Y eso no fue algo lo que poseyó a Manolo, nena, fue ALGUIEN, y sé perfectamente quién es ese alguien, Sé sus nombres y apellidos: Agapita González.

Sayuri bajó la cabeza, y buscó algo en el interior de su chaqueta, un cuaderno de notas, no demasiado cool, pero práctico, donde tenía cantidad de anotaciones y se puso a pasar páginas mientras hablaba.

-Pensaba llamarte mañana para contártelo. ¿No has leído el Diario entero, no?
-¡Pues claro que no, nena! Está escrito por una loca asesina, y eso me basta. Fue ella, lo sé.
-Agapita no pudo ser, Dolly.
-¿Qué no pudo ser? ¡Lo que yo te diga, nena, fue ella!
-No, Dolly, no pudo ser –dijo girándome sus anotaciones para que las leyera-, porque Agapita González Fernández, murió hace casi dos años.
-¿¿¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEE???

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡¡QUÉ JEBY NENA!!! (Había escrito "Enna" y ya te veía a ti cantando la bso del señor de los anillos 1 así como "MMMmmmoooooooo uuuuuuaaaaaaaaa") ¡BASTA!

¡¡¡Qué fuerta lo de Bruno!!! Que sepas que yo también he llorado. Estoy llorando por ti.

¡¡¡QUÉ FUERTA LO DE AGAPITA!!! Muerta y ahí tocando los huevos.

¡¡¡QUÉ FUERTA LO DEL MEGA-GAS!!! No tiene nada que ver con tu historia pero me encanta que te acuerdes del Kill Pili, un blog que murió de éxito.

¡¡¡QUÉ FUERTA LO DE MANOLO!!! Tengo una duda... cuando estaba retorciéndose y tal entre el humo ese que has fusilado de un capítulo de LOST ¿se le retorcía el pito?

¡¡AGAPITO!!

Qué fuerte, qué fuerte, qué fuerte...

Anónimo dijo...

Muy fuerte todo, eso sí, yo apuesto por ti, sentada al lado de Sarah Jessica y Pene en la cena de los golden Globes.
Espero que cuando te den la estatuilla nos saludes a todos los fans con alegria y devocion.
Frelices fiestas.

Frank Palacios dijo...

Feliz Navidad a todas, neeenaaas!

No sé si tendré tiempo de subir un nuevo capítulo, que sé que ardéis en deseos de saber qué pasará en el Próximo Capítulo, y es que mañana parto hacia tierras del Puterío, los Porros y los Canalillos, a pasar el Fin de Año, con la Gigi, y con mis amigas de las Diva Tours.

Sí, nenas, Dolly se va a Amsterdam, y creedme, nenas, no será lo mismo una vez pase por dichas tierras.

Así que, por si no subio un nuevo capítulo a la noche, y si me entretengo a lo Imelda Marcos eligiendo zapatos...

Que sepáis, que os deseo todo lo mejor para lo que restan de estas Navidades, y que tengáis una Feliz entrada y salida en el 2007, año que sólo rima con ESPINETE!

¡¡¡Kisses en las narices pa todas, neeenaaasss!!!