sábado, septiembre 02, 2006

~6~ 3ª Temporada

En el capítulo anterior...

Despedida y con un hambre del carajo, me metí tres whoppers, patatas fritas y coca-LOKA leyendo el Diario Secreto de Agapita González, donde contaba que nada más pisar Madrid, mató a uno tirándolo por las escaleras del metro. Luego apareció Gigi, y me contó lo del negro del Credial y los 3.000€ de Tamaki. No me hicieron una estatua, porque no nos "idealizaron", sino que nos indemnizaron. Y cuando estaba hablando de esto con Gigi, ¡llamó Bruno!

¡¡¡BRUNO!!! Dijo Gigi gesticulando mucho pero sin emitir sonido alguno. Cosa que está muy bien, porque comenzaba a controlar sus arrebatos, sus prontos y sus holas.

-¿Bruno? ¿Seguro que no te has equivocado al marcar? –sí, nenas, fui cínica, porque tras lo del Valle Takami (que lo explico todo súber bien en la Segunda Temporada de Desperate Housegays), Bruno había desaparecido de mi vida, y a mí me dio una depre gorda, pero a momentos, porque para una vez que parecía que tenía un novio de verdad, éste se había asustado por todas esas cosas que suelen pasar en mi vida y que yo cuento en este blog.

No colgué, le dejé hablar. Era ese tipo de conversación que empieza con el "¿qué tal estás?", y que luego continúa con el estado meteorológico del país. O sea, conversación paja que no pienso transcribiros, porque es aburridísima y no va a ninguna parte. Es más, aquella llamada me estaba acelerando como a Anakin Skywalker antes de pasarse al Cuarto Oscuro del Lether.

-Si no tienes nada más interesante que decir, cuelgo. Ahora mismo estaba debatiendo con Eduardo Punset, y nos has tebnido que interrumpir, precisamente, en medio del Big Gang Bang... –y colgué.
-¡Dolly! –dijo Gigi, pero sin gritar. Las admiraciones que incluyo son por su cara de mega flipada que puso-. ¡Le has colgado!
-Gigi, creo que me voy a desmayar. Me tiemblan los pies y creo que voy a perder la voz.
-¡De eso nada, tía! ¡Prohibido desmayarse en un momento como este, Dolly!
-¡Le he colgado, Gigi! –y me dejé caer en el sofá-. Le he colgado... a la relación más estable que NUNCA había tenido, ¡GIGI!
-Tú por lo menos has tenido relaciones estables, tía, yo ni eso... ¡pero con lo bueno que está el Bruno... y le has colgado!
-Nena, no me lo restriegues más por las narices...
-Has hecho bien, tía.
-¿Qué? ¿Lo dices para consolarme?
-No, tía... no puede desaparecer de tu vida después de todo lo que pasó en la Segunda Temporada de Desperate Housegays, donde le salvaste la vida...
-A él y a mucha gente más... no lo olvidemos -¿qué pasa? ¿No puedo colgarme medallas?
-Claro que no... y ahora llama ¿para preguntarte por el parte metereológico? ¡Anda y que lo mire en el "telestretos" de Antena 3, tía!
-Sé que tienes razón, Gigi... de las pocas veces que tienes razón, ESTA es una de ellas, pero entonces ¿por qué coño me siento tan mal? ¿Mmm?

Gigi bajó la vista y volvió a mirarme para decir con gravedad.

-La comida del “bur-ller” no sienta bien a todo el mundo, Dolly.
-¡Gigi!
-¡Qué! ¡No se me ocurre nada que pueda decirte, tía! He visto tantos envoltorios de hamburguesas, que pensé que era un intento de suicidar a tus triglicéridos, tía!
-Jo... estoy fatal, Gigi... seguro que esto le empujará a volver con Sayuri.
-Puede ser... Sayuri es muy mona y más puta que tú.
-No te niego que sea más mona, pero en cuanto a puta... dame tiempo a que escriba mis memorias... que se va a cagar de vergüenza la Heidi Fleis esa... ¡Necesito un baño con sales!
-¿Y cómo te vas a echar las sales en una DUCHA, Dolly? ¿Con un pulverizador?
-No, nena, me daré un baño con sales en la bañera de tu casa. Si me quedo más tiempo aquí, me voy a agobiar más que la "Elsa Patucos" en Snakes on a Plane, nena; por cierto, nena, la "Patucos" debe estar hecha una foca, ¿no?
-¿Por qué, tía?
-¡Coño! ¡Porque siempre la veo por la tele se está comiendo un helado!
-¡Holy Manolys! Pues mira que no lo había visto desde ese punto de vista, tía... ¿Nos vamos a mi casa?
-Sí, nena, necesito cambiar de decorado.
-Mira que no he ido desde que la Space intentó matarme...
-Tranquila, no me asustaré por el desorden o la suciedad que tengas en casa...

Me hice una mochila con algunas ropas y cosas útiles para pasar la noche fuera de casa, le cambié el agua y la comida a Furcia, colocando una foto mía que me sacaron en el Dragón Kan-kan-kan!!!, para que no me echara de menos, y nos fuimos a casa de Gigi, que... efectivamente, era un auténtico caos de casa; tras llamarla cochina un par de veces, Gigi se puso a recoger cosas y a poner lavadoras. Yo tampoco me quedé de brazos cruzados, y tras ayudarla a tirar todas las xenomorfas que tenía en la nevera (comida descompuesta que se movía), barrí y fregué el suelo-chicle y luego me di ese baño de sales.

Gigi había preparado algo de comer. Un pan de molde que aún no había caducado (¿es normal que el pan de molde caduque en el 2010?) y una lata de sardinas, que me recordó a los extras de La Lista de Schindler, porque... ¡vaya birria de sardinas esqueléticas! Y parte de un helado que le quedaba en la nevera con sabor a chicle, y nos lo comimos en honor al culo gordo por zamparse helados como una loca, de la Elsa "Patucos".

-Gigi, gracias, pero yo no me puedo comer esto.
-Es que no tengo nada más en la...
-Lo sé, nena, pero sabes que el pescado me da askito, y estos “infantes” de sardina, dan ganas de hacerles un funeral en condiciones. ¿Quién coño envasará esto?
-La verdad es que son chiquitinas...
-Enanas y anoréxicas. Parecen Sardinas de la Pasarela Gaudí, nena.
-¿Se te ha pasado la depre, tía?
-Pues así, así, nena. Una parte de mí, dice que he sido muy dura, y otra parte de mí, ya sabes, la zorra que es capaz de dejarse humillar, me llama estúpida.
-Vaya... qué conflicto, ¿no?
-Sí, nena. Y ahora me estoy deprimiendo otra vez, nena. ¿Crees que ha ido a casa Bruno?
-¿A ver si era cierto que estabas hablando con Punset?
-No, nena, a ver si me había drogado y estaba diciendo chorradas... ¡a ver si estaba bien, coño!
-No lo creo, tía... la excusa del big bang era súper potente para que nadie te moleste en meses...
-Eso mismo pienso yo... ¿sabes? Creo que me voy a casa.
-¿Estás segura? ¿No quieres que te acompañe?
-No, nena... –me levanté y cogí la mochila-. Te llamaré mañana por la mañana; espero que esta cara se me vaya para mañana, o terminaré siendo el modelo inspirador de algún pintor depresivo...
-Oka, tía –y me dio dos besos-. Cualquier cosa que pase, me llamas.
-Oka, nena... hasta mañana –y me fui.

Al salir a la calle tenía muy claro que me iba derechita a casita oyendo en mi Zen el A Petarda ¡No Me Ganas! vol 3 que yo misma me hice y que ha quedado LO MÁS, y que ya imaginarás donde encontrarlo, pero tras un baño de sales, con ropa limpia puesta, apestando a suavizante que colocaba como nunca, y con aquellos cuerpos y chulazos por la calle... mirad, nenas, que por muy deprimida que estés, cuando eres marika y ves eso, te vas a tomar una copa donde sea, y fue lo que hice, me fui a tomar una copa.

Comenzaba a caer la noche cuando entré en el Lether, donde siempre es de noche (y en el cuarto oscuro, ni os digo), y me pedí una copa tras dejar en consigna la mochila. Una pesada que estaba ya mamada (por borracha, no porque le hubieran hecho una felatio), comenzó a hablar para quien la escuchara sobre su profesión: ¡era creadora de monstruos! ¿? Así se definió ella, pero según seguía hablando la yaya aquella, que podría tener unos sesenta años, descubrí que a lo que se refería con crear monstruos, era a la cirugía plástica. Era cirujana plástica.

Y oye, yo que soy curiosa, le pregunté si era vedad aquello de que le había explotado la teta a Ana Obregón en pleno vuelo, y me lo desmintió. Técnicamente, eso es completamente imposible con los nuevos implantes de silicona, pero sí me corroboró que la Obregón, se había “infiltrado” en el canalillo, entre sus turgentes tetas de silicona un producto nuevo que es como gelatina transparente, para que no le saliera el esternón ese tan feo que tenía, que en realidad, el esternón lo tenemos todas, pero el de la Obregón es particularmente desagradable, porque como es BIÓLOGA y además tiene todas esas profesiones extra, pues la muy puta tiene que tener un esternon más salido que las que tenemos una sóla profesión, ¡digo yo!

Imbuida por aquella charla... más interesante que la peli de militares que no paraban de follar, y en la que no se veía un arma por ninguna parte, vi a pocos meros por detrás de la cirujana plástica que me daba en esos instantes su tarjeta, por si un día me daba por “convertirme en monstruo”, vi, como decía, a mi nuevo vecino ¡el bombero!, saliendo del cuarto oscuro con un rubiales igual de alto y de cachas que él, con el que bajó por las escaleras en dirección a la salida.

¡K JEBY, NEEENAAA!

No estaba molesta por verle tras haber estado follando, supongo, sino que estaba súper molesta porque desde que conozco el Lether, nunca en mi vida había visto a chulazos como aquellos... ¡y a pares! Pedí al camarero mi mochila y me dirigí a la cirujana, a la que ya se le caían los ojitos por el pedo que tenía.

-¡Gracias por la tarjeta, nena! –dije a la cirujana plástica y me guardé la tarjeta antes de seguir al bombero y su conquista: la rubia macizorra zorra-. Si un día decido subirme el culito, te llamo, nena –y bajé las escaleras tras ellos.

5 comentarios:

towngayer alias chestercampo dijo...

me parto, tío. He descubierto tu bloga gracias a pei y me has alegrado la morning. smuack smuack

Frank Palacios dijo...

Yil, nena, lo mío no es productividad, es que ¡me pasan muchas cosas!
Y no te confundas, que la Gigi, de lejos, parece tonta, pero de cerca: LO ES.
Y el bombero, se ve que la manguera le da para apagar MUCHOS incendios. ¡Probre Jessie!
Desde luego, como tú bien dices... ¡estas cosas no pasan en Murcia, neeenaaa!

Towngayer, nena, ¡bienvenida! Y si llegas recomendada por Pei, ¡no debes ser tan mala persona!
Claro, que, ya vamos por la 3ª Temporada de Desperate Housegays, neeenaaa.

O sea, que tienes para leer, hacerte una tesis ¡y un doctorado, neeenaaa!

Naxo dijo...

Este towngayer tiene unas cuantas horitas por delante para ponerse al día con tus aventuras y desventuras... Yo me enganché a mitad de la segunda temporada y me costó lo mío! Casi se resiente mi vida social y todo jajaja
Nena, este bombero está hecho una guarra. Luego con su mujer no debe rendir nada... Llegará a casa y se quedará muerto en la bañera!! Claro, todo el día comiendo sobacos...
Por cierto, vaya menús que te prepara la Gigi, la muy guarra. Casi me "gomito toa" jajaja
Besotes!

Anónimo dijo...

:O!Con esa expresión no es que te esté haciendo proposiciones indecentes (que lo mismo te daría), es que acabo de descubrir tu blog mientras cotilleaba tranquilamente en los enlaces de Pauli-porqueyolovalgo...¡y entusiasmada me hayo! porque ha sido leer las 3 primeras lineas y como por arte de birli birloke ya estoy engancha'.
Lo malo es que lo he pillado bastante avanzado así que me voy a por unas palomitas y a ver si me pongo al día.
Un besote salerosa! ^_^

Frank Palacios dijo...

Naxo, nene, pan con sardinas Schindler y helado de sabor a chicle de El Corte Inglés (que ya tiene una pinta que da ajko), no es una comida, nena, ¡es una prueba de un concurso de Antena 3!

Y sí, este bombero vecino mío es muy ¡PUTA!

ligeia007, nena, ¡bienvenida! Ten a mano un buen Vispring, una butaca o silla cool cómoda, y líquidos para rehidratarte, porque tienes para leer DOS TEMPORADAS y ésta que acaba de empezar, porque... esta noche... ¡¡¡tendremos Capítulo 7, neeenaaa!!!!

PD: Súper recomendable bajarse el disco (fantástico disco) del A Petarda ¡No Me Ganas! Volumen 3.
¿por qué?
¡PORQUE ES LO MÁS, NEEENAAA!