miércoles, noviembre 09, 2005

~24~ 1ª Temporada

En el capítulo anterior…

Bruno pareció que dudó de mi locura y me hizo caso, al llamar a los familiares de aquellas personas desaparecidas, y eso que a mí no me bajaban del burro, de mi idea de que todo aquello era debido a ¡una invasión alienígena, nenas!


A mí, como lo de la investigación policial me tenía más perdida que a María Teresa Campos en una sauna gay de Torremolinos, me di una vuelta por las oficinas (a la máquina del café y esas cosillas triviales), mientras que Bruno se movía de aquí parta allá, con otros polis que no paraban de hacer llamadas a los familiares de aquellas personas desaparecidas.

Un 70% de los denunciados por desaparición, habían vuelto sin explicar dónde habían estado y con importantes cambios de personalidad, porque el 100% de los familiares, estaban completamente hechos polvo, debido a las reacciones bruscas y violentas de los desaparecidos; y yo bebiendo café como una loca, afinando la oreja sobre todo lo que decían los policías y pensando en estadísticas como si fuera una chica del Un, Dos, Tres… ¡andaaa, que yo también!

Horas después, en las cuales me aprendí todos los paquetes y michelines de aquel cuerpo de policía… Bruno vino hacia mí, tras buscarme un rato, aunque yo estaba súper a la vista, pero parecía que el cerebro de Bruno seguía en aquella investigación, que tenía desconcertados a todos, menos a mí, porque ese cambio tan radical de personalidad, o lo consigues porque te toca el Calvo de la ONCE, o porque los Aliens del Espacio Exterior, te implantan un gusano en la médula espinal que piensa por sí mismo. Y como los gusanos son heteros, dejas de ser gay y te haces heterosexuala de sopetón.

-¿Dolly?
-Me llamo –dije e intenté sonreír, aunque estaba súper aburrida y cansadísima de no poder hacer nada, porque no era policía, ni tenía uno de aquellos uniformes tan cool, con el que fijo que triunfaría en el Día del Orgullo Gay.
-Tenías razón –dijo midiendo sus palabras y con mucha lentitud-, en parte… No hay marcianos, ¿entendido?
-Vale, nada de hombrecillos verdes. ¿Y gusanos medulares?
-¿Cómo?
-Es otra teoría que estaba desarrollando y...
-Dolly.
-Vale, me callo. Pero no me negarás que los que han regresado de esa desaparición... en un sitio que seguro NO es un OVNI, desde luego, presentan cambios de personalidad –y dije bajito-, debido a los gusanos medulares.
-No tienen gusanos medulares –dijo sonriendo, aunque también tenía carita de cansancio.

Y claro, con aquel pensamiento, me di miedo a mí misma, porque pensé (es que le doy a la materia gris más de lo que debería, nenas): ¿Y si le cojo cariño, y Bruno pasa de Follable a Amigable? ¡QUÉ HORROR! ¡Bruno es un auténtico amor, y se ganaría su medallita de Amigable de inmediato, pero tía, yo lo que quería es un Follable, no un Amigable… por lo menos, en estos momentos.

-¿Me has oído? –le oí decir cuando me sacó de mi ensimismamiento y conflicto personal.
-Pues no, cariño, es que estoy súper reventada y cansada, perdona.
-Los familiares no terminan de entender a qué se deben esos cambios de personalidad, en algunos casos, muy radicales.
-Lo que yo te dije, nena, que pasaban de Gays a Heterosexualas.
-En todos los sujetos –me corroboró.
-A mí no me llames sujeto, que sigo siendo hipermarika, nena.
-Pero también van a por ti.
-Ya, pero como soy muy lista, no me han cogido… ¡Juarz!

En buena hora dije aquello, nenas. La mirada de Bruno me desnudó de arriba abajo… y ya, cuando sonrió de forma traviesa, tuve que ponerme en pie súper nerviosa y con calores en todas partes.

-No; no, no, no y no, Brunito querido…
-Dolly…
-Ni aunque me regalaran una cena con Dolly Parton en su rancho.
-Dolly…
-No soy una lombriz para pescar, ni un cebo para pillar a esos… ¡Aliens!, que utilizan Gusanos Medulares para cambiar el comportamiento humano! Además, yo soy hipermarika, nena –y me toqué con el índice en la nuca-, y para hacerme heterosaexuala, tendrían que meterme, no sé, como unos cinco o seis gusanos medulares de esos.
-Dolly…
-No, nena, que no. Conmigo no vas a atrapar a esa gente… entre otras cosas, porque no son gente como conocemos tú y yo, cariño, ¡son ALIENS OCHOS!
-No pensaba hacerlo, Dolly.
-Y sé que parece que no te hacen daño y todo eso, ¿sabes? Porque luego te devuelven como si nada haya pasado, pero nena, ¿qué pasaría con mi pisito después? Quiero decir, si me insertan esos gusanos medulares y me da por redecorar mi casa, quitar todo lo gay y poner cosas de heterosexuales, con nombres extrañísimos, como los muebles del Ikea, posters y bufandas del Madrid o del Atleti, ¡o de yo que sé, neeenaaa...!
-Dolly, no pienso hacer eso… ¿Me quieres oír?
-¿Ah, no? –y me crucé de brazos-. ¿Y seguro que no me vais a obligar o algo así?
-Claro que no, cabeza de chorlito –y sonrió.
-Ah, bueno… eso suena mejor.
-Gracias a ti la investigación ha dado un giro, y ahora sabemos dónde buscar.
-Coño, pues que guay, ¿no?
-Pero… eso no quiere decir que no sigamos, protegiéndote. Tú les has visto, y ellos saben donde vives.
-¡El rubio! –recordé.
-Por ejemplo, pero puede que haya más, y que no los conozcas… Todos esos chicos, y chicas, hemos abierto el espectro entre mujeres, lesbianas, que hayan desaparecido en la misma zona… son demasiados para que lo realice una sola persona.
-¡Así que el rubio tiene compinches!
-Es lo más probable.
-¡Tía, pues qué miedo! ¿No? –y le cogí de las manos.
-Tranquilo, estaremos vigilándote, Dolly.
-¿Las 24 horas?
-Las que hagan falta.

Y el corazón se me hinchó más que las tetas de Yola Berrocal, de la tranquilidad que me dió con aquellas palabras. ¡Qué tranquilidad, nenas! Le di un abrazo enorme, y de paso le sobé un poco. Él también me abrazó pero, obviamente estaba cortadillo porque sus compis del curro, nos observaban.

-¡Bueno! Pues vámonos a casa, pimpollo, cenamos algo rico y a dormir, porque el cuerpo me pide hacerme la muerta unas horas, o me saldrán canas con tanto disgusto y meneo de corre para acá, corre para allá.
-¿Irnos?
-¡Claro, Nene!, son las tres de la mañana. Y con la cabeza como la tienes, llena de cosas y desaparecidos con gusanos medulares, no vas a rendir. Te lo digo por experiencia, que tengo una amiga, la Tony, que está de farra las 24 horas del día, pero se cura en salud con cinco horitas de sueño…
-Bueno –dijo medio cortado-. En ese caso... iré a recoger mis cosas.

Bruno se fue a su despacho, y algunos compañeros y compañeras, me miraron entre la curiosidad, diría yo, y la risita al pensar que era una marikita marimandona, pero yo muy digna, me puse mi cazadora de súper puta en acción, y me dirigía mí público espectante.

-¡A ver si vais a pensar que después de daros la pista del caso, y con un psicópata que me quiere hacer desaparecer, me voy a ir solita a casa, chicas!

Los polis (hombres y mujeres), cansados, tuvieron el detalle de sonreír, y volver a sus cosas; cuando Bruno regresó, yo ya estaba súper preparada para irme a casa con él.

-Estaba pensando, que podríamos comprar algo para cenar.
-¿No te lo había dicho? Cocino que lo flipas, nena -y empezamos a andar hacia la salida-. O si no, ¿por qué crees que no salen en la tele cocineros gays? ¡Porque si no, el Arguiñano se iría al paro, nena! Nos hacen boicot, porque cocinamos de muerte.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

se comerá el postre d Bruno para cenar?

muack

lotuyonotienenombre dijo...

como yo veuvla por aquí un día y me encuentre el blog con los colores del atleti me voy a preocupar de verdad ehhhh ojito !!

Frank Palacios dijo...

Uissss ya veo que alguna me ha visto las intenciones, aunque, en mi defensa, Juro por Dior y Cristian Lacroix, que no se me pasó por la cabeza, hasta que apareció Shakira!!! Y sus costillas.

Sobre lo de volverme del Atleti, o de cualquier otro equipo de fútbol, será sobre mi cadáver y 100 gusanos medulares de esos!