viernes, noviembre 04, 2005

~22~ 1ª Temporada

En el capítulo anterior…

¡Eso era! Una invasión de alienígenas xenófobas. Secuestraban los cuerpos de la peña, y los heterosexualizaban desde las cejas hasta los tacones. Eso explicaría el cambio radical de Sayuri, y muchísimas cosas más, como la huelga de transportistas, ¡o la de los pescadores!

-¿Qué te ha pasado? –me preguntó Pepe con gran perplejidad.
-¡Mira, nene, no estoy para hacer resúmenes a estas alturas de la película, porque es que me ha pasado DE-TO-DO! Menos acostarme con una tía, me ha pasado DE-TO-DO –dije súper acelerada a la vez que cerraba con llave la puerta de casa.
-Me refería a tu cara.
-¡Ahora hago deportes de riesgo!
-¿De riesgo?
-Sí, nene. ¡Sobrevivir! Ese es el deporte de riesgo que hago todos los días… ¿Y a ti qué mosca se te ha perdido –abrí comillas- en este barrio de marikitas. –cerré comillas.
-Quería hablar contigo.
-¿Conmigo? –miré la hora del reloj-. ¡Pues llegas con seis meses, dos semanas, cuadro días y doce horas de retraso, reina! Anda, ve a tomar café con tu amiga la Espe, que yo me voy a salvar al Planeta –y me fui escaleras abajo, dejándole en el descansillo de mi casa.
-¿Quieres esperar y oír lo que tengo que decirte?
-¡Ni muerta! Lo de ir de puta y apaleada, sólo una vez, cariño, no hago bises… y te encargaste muy bien de dejar las cosas claras, Pepe.

Es que he de decir, que me hundí completamente cuando Pepe me dejó. Hago este paréntesis, por si no habéis captado ese ligero matiz de mega cabreo, que me alejaba de mis hipótesis de conspiraciones alienígenas.

-¡Espera! –y le oí bajar tras de mí-. Metí la pata. Me equivoqué.
-A mi no me vengas con cuentos chinos, ahora estoy muy ocupada, y el mundo se va a la mierda en tres minutos.
-¿Qué?
-Que lo que vengas a contar –me paré y me volví hacia él-, con esa carita de marikita arrependita, me importa un pimiento en estos momentos. He rehecho mi vida, me ha costado más que decidirme en el IKEA por un sillón, pero lo he conseguido. He sobrevivido a La Vida Sin Pepe el del PP, y me va de putísima madre, nena. ¿Entendido? ¡Y cierra la boca, por Dior, que pareces tonto! –y seguí bajando.
-Me estoy disculpando.
-¿Y? –me paré y me volví-. ¿Qué esperas? ¿Qué abra los brazos y deje que bajes esas escaleras corriendo a abrazarme como si fueras la jodida Heidi? ¡Tú flipas rábanos en 3D, nena! ¿Te has quedado en el paro o qué? ¿Y a mi qué me importa lo que te pase? ¡A la mierda! –y seguí bajando las escaleras.
-La culpa fue mía. El nuevo cargo… conlleva una serie de nuevas responsabilidades…
-¡Un momento! ¿Es que ahora eres Spider-Gay? ¿Y a quién coño le cuentas eso? –y miré arriba y abajo por las escaleras-, porque aquí no hay nadie más... y ya te he dicho que no tienes que disculparte, ni venderme historias, nena, porque no me interesan ninguna de las dos cosas. Se acabó. No hay nada de que hablar, ¿vale? ¡Arevoire, que dijo Voltaire!
-¡Te estoy pidiendo que me perdones! –gritó como si se encontrara subido a una colina y quisiera que todos los animalitos del valle le oyeran su declaración de… ¿amor? JA ja JA
-Mira, Pepe. Yo no tengo NADA, pero absolutamente NADA de lo que perdonarte. Debe ser muy normal, mandar a la mierda la vida en pareja, porque te asciendan de puesto y tal y leche pascual. Claro que presentarme a tus amigas peperas, no entraba dentro de tus planes, nooo, porque era súper marika. Deberías haberte dado cuenta de cómo soy cuando nos conocimos, o cuando vivimos juntos casi un año, que-ri-do, y no cuando te ascienden. Yo no llevo doble vida de Heterosexuala de día y Marika de noche... soy lo que ves tú, y lo que ve todo el mundo. No hay más. Esta es la Dolly –y seguí bajando las escaleras de las narices, que no terminaba de bajar.
-Lo he pasado muy mal, Dolly.

Estaba a punto de explorar, pero me tranquilicé contando hasta 10 fresisuises, y me volví hacia él.

-Vaya. ¿Y lo has pasado MAL durante esos seis meses, dos semanas, cuadro días y doce horas…? Porque si es así: ME ALEGRO. Y ahora...y se terminó de una puñetera vez esta conversación, me voy a hacer cosas de marikas, ¿vale? Esas que tanto te asustaban que hiciera en público. Porque tengo una personalidad muy grande. Tan grande que no me cabe en el cuerpo y la exudo como si fuera radiactiva. Y no me sigas ni un paso más, porque me voy a buscar a mí novio, que además es policía, que te dobla en altura, y que tiene un pollón como un brazo gitano mágico, porque cuanto más se lo como, ¡sigue igual de grande y a mí me entra más hambre!¿Entendido?

Me di la vuelta y cerré definitivamente esa puerta del pasado, mientras bajaba las escaleras (sí, nenas, por fin llegué al portal), salí a la calle y me dio la brisa de la tarde, hasta hacerme crujir los alveolos pulmones. ¡Madre mía qué liberación!

En mi cabeza comenzó a sonar el Sweet Dreams versión grooves y un pelín trance, y aceleré el paso, llevándome por el ritmo. No me molesté en mirar hacia atrás, porque ¿para qué? Yo era otra. La Nueva Dolly Reloaded, capaz de luchar contra los malos y detener esa invasión alienígena. Claro que… en esa faceta de marika cotilla mía, no engañaré si digo que tenía curiosidad por saber por qué ahora, precisamente ahora, tras seis meses, dos semanas, cuadro días y doce horas, venía Pepe a pedirme disculpas. Pero me aguanté.

No muchos gays saben salir de una situación similar, y yo fui una de las que no saben cómo salir, y lo pasé realmente fatal, llorando por las esquinas y cosas de culebrón venezolano, hasta que la Gigi me llevó a un SPA, donde casi encontré mi punto G y volvió a salir el arco iris. ¡Coño la Gigi! Marqué su móvil y seguí andando hacia la comisaría de la calle Luna.

-¡Digamelón!
-¡Gigi!
-¡Tía, qué fuerte!
-No, qué fuerte lo mío, escucha. ¡Nos están invadiendo los aliens ochos!
-¿Qué? ¿Qué nos invaden los chochos?
-Que nos van a poner una X en la nuca, neeeeeeeeeenaaaaaaaaaaaaa y no me refiero a un tatuaje de esos cools, sino a una X de control mental. ¡Nos van a lavar el cerebro, nena!
-¿No te habrás puesto a ver otra vez una película de esa trastornada de Gus Van San, no?
-¡No, tía! ¡Nos lavan el cerebro! Lo vi en un programa de ¡cuéntame tu vida, puta!
-¡Qué me dices!
-¡Tremendo! No sólo nos lavan el cerebro, sino que además, te vuelven heterosexuala.
-¡Cagarse!
-Sí, nena. Lo piorrr.
-¿En qué psiquiátrico estás?
-¿Cómo?
-Dolly, o te has vuelto loca, o no me lo explico. ¿Qué chorradas me estás contando de invasiones alienígenas y programas de putas heterosexualas?
-Me voy a la comisaría.
-Como vayas y cuentes eso, te encierran, tía. Te encierran bajo siete llaves.
-¡Nena, esto es real!
-Claro, como cuando me dijiste que debajo de los leones de las cortes, había una inscripción en Élfico, ¿no?
-¡Es que estabas súper pesada con El Señor de los Anillos, Gigi!
-¿Dónde estás? ¡Oigo tráfico!
-En la calle, y me voy a la comisaría a buscar a Bruno, para contarle todo esto.
-Si le cuentas eso, no se acuesta contigo ni aunque sea para hacer una obra de caridad.
-Mira. Como te pille el alien ocho rubio y te vuelva heterosexuala, como han hecho con Sayuri, a mí no me vengas llorando, ni con la Play Boy… Esto es gordo y serio, tía, y creo que sólo he destapado la punta de la pirámide.
-Será la punta del “ais bergggg”.
-Se puede decir de las dos formas, paleta.
-¿A… sí?
-Pues sí, que lo leí en un Más Allá, y ya sabes que son periodistas de investigación al 100%.
-Ya, pero la cabra con tres cabezas, era por obra y gracia del Photoshop, tía, ni periodismo de investigación, ni apariciones marianas...
-Bueno, vale, que estoy por detrás de telefónica, y como no me ande con cuidado, me mangan el móvil, nena. Corto.
-¡Y tú puta!
-No te llamaba CORTO, subnormala, decía que CORTABA.
-¡Ah!
-En cuanto hable con Bruno, te llamo y te cuento.
-Oki.

Colgué y me guardé el móvil, acelerando más el paso porque la zona de los cines Luna, parecía de un decorado de Blade 3, y yo iba demasiado cantosa para parecer casual; comenzaba a caer la noche y las farolas se encendieron, haciendo que las prostitutas que estaban por allí, lucieran más espectaculares que nunca. ¡Coño, si había una que se parecía a Juanita! (una vecina de mi madre).

2 comentarios:

lotuyonotienenombre dijo...

ex-pectacular. y a los peperos ni agua, nena, q se la machaken entre ellos si kieren.

Frank Palacios dijo...

Bienvenida, lotuyonotienenombre!

A mí es que la política, como comprenderás, me importa menos que unas fotos de Woody Allen desnudo.

(pausa para gomitar del aj-ko)

PERO... eso de que te dejen, porque el otro ha escalado un puesto de lo que sea y le nombren jefecillo de un área de lo que sea, y que por ese hecho, yo me convierta en "material inflamable" que no se puede mostrar en público... me saca de las casillas, nena.

Yo es que soy tan buena, que peco de tonta. Por eso me he vuelto súperSúperficial, y súperMegaputa, y a quien no le guste, que se vaya con el tique de compra al Corte Inglés, que le devuelven el dinero.

Kisses en las narices!