sábado, agosto 26, 2006

~4~ 3ª Temporada

En el capítulo anterior...

Por culpa de Gigi, Jessica y Manolo casi se enteran de que les espiaba pro la mirilla de la puerta, pero como soy tan buena ideando planes de los que salgo más o menos con la cabeza bien alta, salí de aquel entuerto y al echarle en cara a Gigi aquello, la perdí como amiga... y encima cuando vuelvo a mi trabajo, una marika desenterrada de la Almudena, me dice que ¡estoy despedida, neeenaaasss! ¡K JEBY!

Cogí la carta de despido y miré a mi sustituta la cual, debería tener la belleza y el glamour, en una vida pasada, claro... porque en ésta, ¡desde luego que no, neeenaaas!

-Muchas gracias, nena -respondí megadigna.
-De nada, querida –respondió cortés y sin malicia. Simplemente era marika, aunque siniestra.
-Sólo te daré un consejo: borra las cookies, los archivos temporales de internet y el historial. Como arturito te pille viendo pollas desde el vídeo club, te pone firme, nena.
-No hay problema, querida, yo sólo entro a internet al messenger y a leer el blog de Dolly Partos.
-... –tragué aire-. Oka, nena, pues pásate por alto el final del capítulo 3 y el principio del capítulo 4, porque me temo que no vas a salir muy bien parada, nena.
-Superé mi circuncisión a los veinte años.
-¡Holy Manolis! Marika, siniestra y circuncidada. Si no fuera porque se me jodió la cámara fotográfica en la Segunda Temporada de Desperate Housegays, ¡juro que te sacaba una foto!, porque mira que he visto cosas raras, pero como tú, nada, nena.
-Cuesta mucho ser diferente, querida.
-Y que lo digas, nena. ¡Bueno! Que te sea leve el trabajo, nena...
-Ya te dejaré un post en el blog, Dolly.
-Oka, nena...

Y salí a la calle porque necesitaba aire, o al revés, estaba saturada de aire. Estaba hiperventilada... ¡y despedida! Suena a copazo exótico, sí... ¿nos tomamos un hiperventilazo despedido? ¡Pero NO, NENAS! No era una bebida, era un DESPIDO. Me iba al paro. Y las marikas en el paro se aburren... ¡y gastan menos! El paro es como estar de vacaciones, pero trabajando, o peor aún: como ponerte a hacer discos de música como mi amiga la Hidroboy, que se ha vuelto loca con sus cólicos y discos de ¡NO ME GANAS! Las marikas en paro tienen que mandar currículum, y hacer de muñecas de Famosa, pero no andando hacia el portal, sino andando a todas partes a llevar el currículum. ¡¡¡AAAAAAAAGGGGG!!!

-¡NO MORE DRAMA! –grité en medio de la plaza y una viejecita que echaba de comer a las palomas, dejó de hacerlo y me miró, como si me hiciera efecto la nueva evax tanga, esas que te traen una toallita olorosa para limpiarte la cosa, que por cierto, nenas (y me dirijo a las nenas de verdad, las de la regla), deberíais protestar donde sea, por esa alusión de EVAX a comparar vuestro chichi con una paella o unas gambas a la plancha, porque, siempre que he comido esas cosas, ¡¡¡los del restaurante me dan una toallita olorosa para limpiarme las manos!!!! Y a mí deberían indemnizarme con varias sesiones de psiquiatra argentino carísimo, porque ya no podré comer gambas a la plancha ni paellas, porque recordaré la toallita olorosa y veré delante de mis narices ¡¡¡un inmenso coño, neeenaaas!!!

Si alguna marika ha resistido la descripción anterior, y no se ha desmayado del asko (gracias a Dior que yo tengo mis sales a mano), o ha dejado ya de gomitar de forma compulsiva... continuaré con el relato...

Me puse en marcha en dirección a Hortaleza y luego a Gran Vía a por una hamburguesa ¡O DOS! Estaba claro que hoy no era un buen día para salir a la calle, así que lo mejor era que me encerrara en casa con comida y por ejemplo: ¡¡¡podría ponerme a leer el diario de la Agapita Pulgarcita esa!!!

Con mi doble ración de patatas fritas, mis tres whoppers con queso, y con mi corona de Burguer King, que no me la querían dar porque no había pedido un menú infantil... ¡Y QUÉ! Me acabo de dejar una pasta en comida basura, y exijo mi Corona ¡QUIERO MI CORONA!... Y me dieron esa mierda de corona, y me la puse y me volví a casa, digna como una Miss Universo Filipina que van con mucho glamour y sonríen a todo el mundo para que se fijen en su dentadura perfecta, y así no le miren a las tetas que NO TIENEN ¡porque las filipinas no tienen tetas, nenas!

Cogí las cartas del buzón y subí las escaleras de dos en dos... hasta el primer piso, porque ya venía cansada de la calle y no tenía ganas de romperme el menisco por ir de elfa loca; entré y cerré con todos los cierres de seguridad segura que tengo instalados, me puse el disco uno de A Cool ¡No Me Ganas! (de descarga donde ya sabes, nena), me preparé mi comida basura en una bandejita súper cool de estilo barroco, lo único barroco que tengo en mi casa, a parte del cajón donde guardo los calcetines y en el que a veces los coloco estilo rollitos de shushi, formando un bodegón y todo (cuando tengo tiempo para hacer bodegones con los calcetines, claro), y me fui al salón con toda la comida, en el que me aguardaba la bolsa con el Diario Secreto de Agapita González, aún dentro dela bolsa de plástico sobre el sofá.

Para estar más cómoda, me puse así como de andar por casa... también conocido como camiseta y pantalón corto con slip apretado y zapatillas sin calcetines, como las que suelen llevar las marikas culturistas que salen en las películas gay al principio de la película, antes de que un maromo llame a la puerta y se las folle por todos los orificios corporales disponibles en ese momento; me senté al estilo japonés, con la espalda apoyada contra el sofá, devoré unas patatas fritas con mucho ketchup, me limpié en una servilleta y comencé a leer...

“Mi mundo se fue abajo cuando me enteré por su hermana que se iba a Madrid...”

-¡Quién! –chillé-. Ah, claro, que esto es un diario, no un blog, ni una novela donde te cuentan las cosas de una forma más clara –seguí leyendo.

“Lloré tanto, que conseguí que mis padres me llevaran al psicólogo. Pero no dije cual era el motivo real de mi tristeza, porque nunca se lo he dicho a nadie, y tampoco, diario querido, te lo puedo contar a ti. Quizá alguien te encuentre, y se ría de esta chica tonta que sufre por alguien, que jamás se ha detenido a mirarle a los ojos, más de una fracción de segundo, al igual que observa a ambos lados de la calle antes de cruzar un semáforo.
Sé que nunca he significado nada para él, aunque él nunca sabrá todo lo que ha significado... y aún significa para mí.

Le amo desde que le conocí en el instituto.”

-¡Nena, qué rollo! ¿Para eso me he gastado tanto dinero en fotocopias? –bufé indignadísima, avancé unas páginas, le pegué un bocado a una de las whoppers, me limpié en la servilleta y mastiqué con tranquilidad mientras repasaba las páginas en busca de palabras como: sangre, carnicería, sierra mecánica, caras arrancadas, o un Hello, Amanda! y cosas así... pero no había nada de eso. No obstante... me paré a leer lo siguiente:

“...Lo hice. Por fin lo hice. Ruego para que este autobús sea el que me lleve a encauzar la autopista de mi vida...”

-¿Cuándo te sacaste el carné de conducir, nena?

“No me despedí de nadie, porque nadie echará en falta mi marcha. Y sé que el poco dinero que he reunido, y el que le he cogido a mis padres, me ayudará a comenzar esta nueva vida. Se lo devolveré en cuanto pueda, en cuando consiga un trabajo, les mandaré un giro con el dinero y un telegrama, para que sepan que estoy bien... aunque dudo, que hasta dentro de unos días no se den cuenta de que he desaparecido... irán a la policía, llevarán alguna de mis fotos, y espero que sea alguna donde salga medianamente bien. Algo que es imposible... me haré un cambio de imagen radical. Sí, eso lo sé hacer, y buscaré trabajo como peluquera, eso también lo puedo hacer...

Habrás descubierto, diario querido, que no pondré horas, ni fechas en mis cortas anotaciones de esta nueva aventura que he comenzado. Así será más atemporal. Nunca me he visto como modelo para nadie, pero si alguna vez, este diario cae en manos de una chica que tenga que pasar por el doloroso episodio que yo estoy viviendo, un amor no correspondido, pueda apoyarse en mi hombro, y ver que no es la única.”

Definitivamente, la Agapita ésta era "La Reina de las Fiestas Patronales en Depresionlandia". ¡Joderse con la nena!; comí un poco más, porque a mí es que las desgracias me dan hambre, y ya que mi Segunda Temporada fue tan trepidante que a penas comí, preferí comerme las hamburguesas y beberme la coca-loca antes de que se derritieran los hielos, y de paso, avanzar algunas páginas, porque estaba claro que la parte de los asesinatos en masa, los había dejado para el final del diario la muy puta...

“¡No puedo creer lo que he hecho! ¡No lo puedo creer!”

Me atraganté leyendo esa frase. Bebí para bajarme el bolo en el que se había convertido la whopper, y mis ojos retrocedieron varias líneas hasta el inicio del párrafo.

“Me tiembla la mano. No sé si puedo contar lo que acaba de suceder. Lo que acabo de HACER; me he escondido entre dos coches y he perdido la maleta, pero aún tengo mis cosas más importantes en la mochila... y la cartera de ese hombre. ¡No puedo creer lo que he hecho! ¡No lo puedo creer! ¡Le he matado! ¡No, no le he matado, se ha caído! Sí, ha rodado por las escaleras y se ha abierto la cabeza con un golpe seco... pero allí está mi maleta... ¡¿QUÉ HAGO?!”

4 comentarios:

Hidroboy dijo...

¡¡¡AGAPITA ERA PELUQUERA!!!!
Ya no vuelvo a la peluquería nena, que me siento identificada.

¿Y qué es eso de que el muerto está abajo y tiene ahí la maleta? ¿Qué lo escribía, en tiempo real? ¿Agapita Bauer?

¡24 NENAAAAAAAAAAAS!

Naxo dijo...

Como "la marika siniestra y circuncidada a los 20 años" te deje un comment en el blog, me cago patas abajo neeeeenaaaaa (y eso no se arregla con una Evax Tanga the ducha sensation ni ostias, oye)
No te cebes comiendo hamburguesas del Burguer King, o te convertirás en una marika obesa y perderás contratos millonarios (o no tanto) con las grandes firmas de moda: Zara, H&M... xD
Esta Agapita es un poco petarda no? En plan consultorio sentimental de la Vale o de la Bravo, donde las criajas preguntan cómo pueden llegar más fácilmente al orgasmo durante una orgía (sí, vale, se nota que me lo he leído más de una vez) No me extraña que luego sean unas psicópatas perdidas...
En fin nena, un beso, y suerte con la búsqueda de un trabajo digno y acorde con tu glamour natural ;)

Frank Palacios dijo...

Hidro, nena, sí, Agapita fue peluquera ANTES que asesina loca (supongo).

Creo que las peluqueras terminan siendo asesinas, porque eso de lavar cabezas, da tiempo a imaginar cómo matar a alguien con tus propias manos, mientras que tu víctima, está tan agusssstiiitoooooo (que diría Gigi).

Como lo tengo que contar por capítulos, supongo que tras matarlo a maletazos (supongo), hizo un break la chica para tomar notas de su masacre.

¡Lo sabré cuando siga leyendo en el siguiente capítulo, neeenaaa!

Naxo, espero que la "desprepuciada" no deje un post, por estar en alguna misa negra de las suyas... que si no, ¡menudo susto, neeenaa!

Agapita no creo que sea petarda, era una cría cuando emigró a la gran ciudad (además, es su diario, NO LO HE ESCRITO YO, nena), y supongo que leía el Vale y cursiladas similares, donde te explican que NO te quedas embarazada por tragarte el semen, pero que puedes pillarte algo terrible por ir de cochina por la vida.

Mañana más...

Que quiero saber si mató a ese hombre a maletazos, y si fue con una sansonite, ¡o con una mariconera de Adolgo Domínguez, neeenaaa!

Naxo dijo...

Nena, nos tienes en un sinvivir!!
Necesitamos ya el CAPITULO CINCO!!! (por el...)
No me jodas que como la Agapita esté viva, soy el único en este blog que lleva una foto real de su cara, y ya la veo persiguiéndome para darme maletazos en la cabeza...
Por cierto, yo creo que al tio ese le reventó el melón con una Roncato. Ya veremos mañana.
Besotes ;)