sábado, enero 27, 2007

~21~ 3ª Temporada

En el capítulo anterior

Huyendo de las Bossini, y de unas fantasmagóricas luces, descubrimos que la frase esa de “De Madrid al Cielo”… ¡y un cojón de mona pakistaní, nenas! Porque por aquel corredor nos llevó a una gigantesca cámara… antesala del mismísimo Infierno, nenas. Y lo peor de todo, es que no estábamos solas. Había alguien más, atado y amordazado en aquel espantoso lugar, que jamás sería portada de la revista “Casas con Encanto”.


-Dolly, tía, esto ya no me gusta…
-¡Anda la otra! ¿Y te crees que a mi sí, nena? Esto ha dejado de ser marika-ficción, para convertirse, en ¡marika-terror, neeenaa!

Y oímos pasos… y nos abrazamos medio histéricas, pero sin chillar ni nada de eso. Avanzamos sigilosamente, como en una película de John Woo, pero sin palomas volando, rodeando aquella fogata, al pié de la cual seguía el hombre atado, suplicando ayuda. Pero claro, como tenía la boca tapada, se le entendía fatal.

-Dolly, tía, deberíamos ayudarle.
-¿Olvidas que nos están siguiendo, nena? ¿Y si ese hombre es un señuelo, como en las pelis de terror, cuando la prota, yo, por supuestísimo, va a ayudarle, sale el bicho y la mata?
-¿Qué bicho va a salir, Dolly? –dijo la Gigi dejándose arrastrar por el pánico.
-Ninguno, nena, eso espero.
-Entonces vamos a ayudarle.
-¡Gigi!

Y no me dio tiempo a cogerla, porque la muy descerebrada echó a correr hacia aquel hombre, y yo, como no me gusta que me dejen sola, fui tras ella; al llegar, el tío tenía ojos de haber encontrado a Pancho, el puto perro ese que se fugó con la lotería premiada, y se puso a gritar tras la mordaza con más ganas.

-¡Nena, baja el volumen que nos van a oír! -le dije mirando a todas direcciones.
-¡Van a matarme!

Dijo él, cuando Gigi le quitó el trozo de tela de la boca, mientras yo le intentaba soltar el nudo de la espalda, fijándome en el culito de aquel hombre, que oye, vale que era rubio y los rubios no me van, pero aquel culo ¡bien merecía una ópera, nenas!

-Están locos…. ¡están locos!
-Nena, vale ya con el histerismo, o seremos TRES las muertas, ¿entendido? ¡Joder! ¿Quién coño ha hecho este nudo? ¿Popeye?
-K jeby, tía, ¡no puedo soltarlos! –dijo Gigi, refiriéndose a los nudos.
-Tenéis que sacarme de aquí, ¡sacadme de aquí!
-¿Y qué coño crees que intentamos, nena?

Un bocinazo, un sonido grave y metálico como el que emiten esas trompetas enormes y larguísimas que tocan en el Tíbet, nos estremeció y nos quedamos paralizadas del susto.

-¡Ya están aquí! ¡Ya están aquí! –gritó el rubio completamente desquiciado.
-¡Qué ha sido eso, ¿Dolly?!
-Gigi, si no quieres aterrorizarte más, haz como yo: ¡ni lo preguntes, nena! Intentemos desatarle y salgamos de aquí.

Forcejeamos con aquellas cuerdas, como si intentáramos abrirle la bragueta del pantalón a George Clooney con dos manoplas de horno. ¡No había forma de soltarle los nudos, nenas!

-¡Tiempo muerto! –dije y me detuve, respirando de forma acelerada-. Hagamos lo siguiente, Gigi –y miré al chico-. Te vamos a sacar de aquí, porque estamos expuestas a que nos vea… quien quiera que sea el que toca esa trompa desafinada, nos alejamos hacia la oscuridad y volvemos a intentar quitarte los nudos. ¿Oka, nena?

El chico me miró de forma rara, y yo no tenía tiempo para jugar a las películas, así que entre Gigi y yo lo cogimos, lo levantamos en volandas y echamos a andar (todo lo rápido que podíamos), para internarnos más hacia la oscuridad cuando aquel espantoso bocinazo volvió, pero esta vez, no sólo fue el sonido lo que nos asustó. Todo tembló bajo nuestros pies, y sobre nuestras cabezas, cortinillas de tierra y polvo cayeron sobre nosotras, como si el techo de aquel lugar se agrietara o resquebrajara por la potencia de la frecuencia del sonido.

-¡Gigi, no mires hacia arriba!
-¡Pero si ya he mirado, tía! ¡Y se me ha metido tierra en los ojos!
-¡Alto, alto, ALTO! –chillé y nos detuvimos otra vez, exhaustas y sudando como perras-. Vamos a dejarlo en el suelo otra vez, e intentemos soltarle.
-¿Cómo? ¡Si no veo!
-Estamos a oscuras, Gigi, no se ve una mierda tengas tierra en los ojos o no. ¡Uis! ¿Qué es esto?
-Mis huevos –respondió el chico.
-¡Vaya! Pues mucho gusto, a los dos –y seguí palpándole en busca del nudo, hasta dar con él.
-Creo que esto es el nudo de los pies…

Dijo Gigi nerviosita, pero claro, no podía verla, porque como he dicho antes, estábamos completamente a oscuras, hasta que aparecieron las luces, las mismas que habíamos visto en el corredor, en el capítulo anterior... y una voz desagradable chilló.

-WHAT FUCK IS THAT! –dijo la voz en plan marika histérica del Bronx.

Y las tres luces (dos azules y una naranja), se movieron hacia nosotras cuando Gigi, lanzó un berrido de terror. Yo no grité, porque supe que aquella voz en inglés era la de Ec-Ham, una de las tres marikas que conformaban a Las Bossini.

-¡Mirad, la Dolly! –dijo Eun, y la luz naranja corrió hacia nosotras.
-Y su amiga la marica lolailo… -dijo Kiki
-Me llamo Gigi, tía -les respondió Gigi ofendidísima.
-AND A DUDE! –dijo Ec-Ham.
-¿Qué coño hacéis aquí? –protesté yo.

Estaba claro que si cinco marikas no saben dónde coño están metidas, con un tipo en bolas y atado, era hora de que una de ellas tomara las riendas de la situación y tranquilizara a las otras. Y para eso estaba yo.

-Dejad de mirar y ayudadnos a desatar a este tío.
-¿Quién es? –preguntó Kiki.
-Uno al que iban a sacrificar.
-¡¡¡AAAhhh…!!! –chillaron las tres en plan polifónicas.
-¿Queréis ayudar, nenas?

El tono grave y vibrante resonó otra vez, y el suelo se estremeció con la fuerza de un sismo. Gigi y yo, como estábamos de rodillas intentando soltar al rubio, pues nos salvamos, pero las Bossini que estaban de pié, perdieron el equilibrio y no se les ocurrió otra cosa, que ponerse a bailar una de sus coreografías absurdas de Fiebre del Sábado Noche, para no acabar escoñadas contra el suelo; cuando terminó la nota musical, todo se detuvo y volvió el silencio.

-¡Desatadme de una vez, joder! –gritó el tío rubio.
-¿Y qué crees que intentamos, querido? ¿Terminar un sudoku?
-Dolly, ¿qué ha sido eso? –preguntó Eun, en un tono tan de asustada… que hasta hubiera dado el pego de heterosexuala.
-¿Por qué no te lo respondo, mientras nos ayudáis a desatarle, nenas?

Y las tres se lanzaron en nuestra ayuda, tirando de las cuerdas, porque estaba claro que aquellos nudos no se iban a deshacer, y comenzamos a tirar hacia abajo y hacia arriba, para quitarle las ataduras al pobre chico.

-Creo que aquí hacen sacrificios humanos, ¿vale? Y que el local de las jebys es una tapadera para un tipo de secta satánica.
-¿¿¿QUÉEE…??? –chillaron Eun y Kiki.
-WHAT??? –chilló en V.O. la Ec-Ham.
-¡Y luego aparecéis vosotras! Y nos asustáis con las luces de los móviles.
-¿Nosotras? –dijo Eun.
-Sí, nena, vosotras. ¿Qué coño estáis haciendo aquí?
-¡Pues seguirte! –dijo Kiki.
-Risking our LIVES! –dijo la Ec-Ham.
-¿Qué ha dicho? –me preguntó Gigi.
-Gigi, luego te lo explico, nena –y me dirigí a Eun-. ¿Seguirme para qué?
-¡Pues porque eres una exclusivista, Dolly! Nosotras hemos hecho un largo viaje... desde que comenzamos a leer la Primera Temporada de Desperate Housegays. Queríamos conocerte y que nos enseñaras a ser una ¡Diva!
-¿Con ese vestuario vuestro…? Lo veo un poco jodido, nenas…
-Y creímos que habías encontrado otro local más cool, y te seguimos porque también queremos ir a locales COOLS.
-Como ya no vas por el Enfrente –dijo Kiki.
-Porque el Enfrente es una mierda, nenas. Está lleno de ositas marilicras, que no ligan aunque las lances de cabeza en una tribu de marikas salvajes que llevan años sin follarse a nadie. ¡Por eso ya no voy, nenas! Me aburre… por eso, ¿por eso me habéis seguido hasta aquí?
-Sí –dijeron las tres, aunque Ec-han lo dijo en inglés.
-¡Y después dicen que yo estoy loca!
-¿Podéis dejar la cháchara para luego...? ¡¡¡Y desatarme de una PUTA vez!!!
-¿A que te estrujo un huevo, rubiales? –le dije al tío-. ¿Y tú quién coño eres y qué haces aquí?
-Trabajo para Increíble pero Cierto –y como vio que ninguna de nosotras dijo nada, siguió-. Una revista.
-¿Es de decoración y belleza? –le pregunté.
-No, de temas paranormales.
-¡Ah, entonces fijo que nunca la he leído! Bastantes “paranormalidades” tengo en mi vida, como para encima leer las de los demás…
-¡DESATADME DE UNA VEZ, COÑO!

Las cinco nos acojonamos con aquel cambio de actitud, y nos retiramos un metro del rubiales.

-Han dejado las cuatro monedas, y va a venir.
-What money? –preguntó Ec-Ham.
-¿Eso, eso, qué dinero? –preguntaron Kiki y Eun.
-Lo han invocado hace dos horas... y eso que suena, NO SON TROMPETAS.
-¿Qué han invocado a quién? ¿AL DIABLO? –chillé asustada, y el eco de mi voz llenó aquel espantoso lugar de BLO-BLO-BLO… blo… blo… blo…
-Dolly, tía, dime que esto no está pasando.
-Gigi, tú tranquila. Sobreviviste a la Segunda Temporada de Desperate Housegays, sobrevivirás a esta. Enteras, no sé si llegaremos enteras, pero vivas, ¡seguro!
-¿Y nosotras? –chillaron las tres Bossini, Ec-han en inglés, claro.
-¿Por qué SIEMPRE los personajes secundarios me hacen este tipo de preguntas, en momentos como éste?

Un resoplido que podría haberlo producido una máquina de planchado industrial, sonó lejísimos, pero con una fuerza… que hacía intuir que los pulmones que contenían aquel aire antes de expulsarlo, eran grandes, muy grandes, nenas.

Un ruido similar a una enorme roca partiéndose en dos estremeció el suelo, se oyó después una pisada muy pesada sobre el suelo, y el chirrido de algo afilado, como un cuerno cortando cemento, arañó ALGO varias veces, hasta que todas, pero absolutamente todas, oímos el crujido del metal y cómo era masticado.

Sonaba más o menos, a como sonaría si Gigi se comiera una nuez con cáscara, porque esta claro que no me iba a poner yo como ejemplo, que para eso tengo un abre nueces bonísimo comprado en el IKEA.

-Ah… ah… ah empezado a comerse las monedas –dijo muy bajito el rubio, pero con el suficiente timbre de terror en su voz, como para que todas supiéramos que aquella situación, era completisimamente incompatible con el que nosotras siguiéramos con vida.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡¡NENAAAAAA!!!


Pues ya sabes lo que dijo Gandalf cuando apareció el Balrog en Moria:

"¡¡¡CORRED!!! ¡¡¡¡MARICONESSSSSSS!!!!"

Anónimo dijo...

¿Y por qué se come las monedas? QUE SE LAS GASTE EN AUSSIEBUM, NENA!

Y antes de morir violad al rubio, putas!

Anónimo dijo...

no puedo esperar a la proxima entrega,dios mio!

y la referencia al enfrente es Lo Más

Frank Palacios dijo...

Bienvenida al blog, metabolic-nena!

Hidro-nena, con la ilu que me hizo ver a una Gitana de dos metros en el IFEMA esta mañana (a Gigi más, claro, porque le va el lolailo), y cuando pongo la foto en el corcho va... y se estampa sobre la tuya!

UN APLASTAMIENTO GITANIL!
K JEBY, NEEENAAA!

Naxo-nena, dont PANIC, porque...

Mañana... el capítulo 21

¡UIS, NO, que ese es el que ya está...!

Mañana... el capítulo 22
No perdérselo, nenas.