miércoles, septiembre 07, 2005

~1~ 1ª Temporada

Una mañana de Septiembre…

Fue cuando comenzó el terrible incidente de La “Chirli”, que nos arrastró a todas sus amigas a un pozo sin fondo, donde viviríamos terribles aventuras. A Chirli hace poco la habíamos rebautizado con el nombre de Sayuri, como La de Memorias de una Geisha, de la agenda tan apretada que tenía la muy marika, y por lo puta que era. Sí, Sayuri era el perfecto gay guapísimo (pero súper marika perdida), que con su labia, siempre se llevaba a los mejores chicos del local que fuéramos.

Era la hora del almuerzo en el Barrio de Chueca, de eso no me queda la menor duda, porque me pilló en la cocina preparándome algo sólido que combatiera mi gripe, mientras que por la calle paseaban parejas de felices gays luciendo musculitos y carantoñas. Yo por el contrario, vestía como la Reina de Prusia, sudando como un galgo de carreras, y con más ropa encima que un burro del IKEA no andaba, sino me desplazaba por casa como flotando en una nube gracias a Margarita, de las pocas mujeres que conozco, farmacéutica y más cotilla que mi portero, quien me recetó no se cuantas pastillas y sobres hasta convertir mi cuerpo en un cóctel de antigripales que no sirvieron de mucho, porque seguía con los mocos colgando como una subnormala mirando al sol.Si no fuera por la sobredosis de CD’s de Dolly Parton que me levantaron la moral, y despejaron mis delirios febriles, seguramente aún estaría con esa imagen mental de esta mañana cuando se me ocurrió (tarada de mi) darme una ducha. El verme en el espejo me vi rubia, con dos coletas enormes, unas tetas capaces de sostener el Espasa Calpe enterito y con un banjo en la mano.

Ni era rubia de coletas, ni tenía tetas, ni un banjo, porque en realidad era la fregona. La fiebre me estaba comiendo viva y deliraba como alguien que cae en un silo de cocaina de narices. Flipada aún, conseguí tranquilizarme y la segunda vez que miré al espejo, me vi completamente pálida como una muerta de las pelis de Romero, y con un glande en la nariz. No me había salido una polla, claro, la tenía de un tono rojo violeta de las sonadas de mocos de la noche anterior.Cuando llamó Germán, más conocido entre nosotros por Gigi (por su forma de reír, emitiendo un sonidito del estilo gigi-gigi-gigi), súper histérica de los nervios con su vocecita estridente, sin preocuparse que yo estuviera con gripe, o más sorda que mi abuela por culpa también, de la dichosa gripe. Descolgué.

-Voy a morirme, Gigi, tengo una gripe asquerosa. ¡Esta mañana creí ser la hermana gemela de Dolly Parton!
-Tía, ha ocurrido algo horriblemente horrible.
-¿Más horriblemente horrible que esto que tengo? ¡Imposible!
-¡Más horriblemente horrible!
-¿Más horriblemente horrible que ver mis cd’s y dvd’s de Dolly Parton en una trituradora?
-Posiblemente… ¡más horriblemente horrible!
-¡Qué puede ser más horriblemente horrible que eso, petarda? ¡Mis cd’s y dvd’s de Dolly Parton son sagrados!
-Lo sé, tía, pero esto es horriblemente horrible.
-¿Te has amputado los pies al intentar depilarte?
-Yo no me depilo. Tengo poco pelo.
-Ya, por eso te salen esos granitos: de afeitarte los pies, bestia, que eres un bestia.
-¿Quieres dejar de criticarme y oír lo que tengo que decirte?
-Te depilas.
-¡Calla!
-Irás al infierno por mentirosa.
-Y tú al infierno de las marikas solteras.
-Bueno, vale ya. ¿Me dices de una vez qué es eso tan horriblemente horrible que tenías que contarme?
-¡No te lo vas a creer! ¡¡¡SAYURI HA DESAPARECIDO!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nenaaaaaaaaaaa
Completamente adicta a tu blog desde la primera temporada... En los "breaks" que hago al estudiar, leo un capitulillo a cada rato.
Ya voy por el 11...
¿Encontraréis a Sayuri? Ai nena, que intriga.... Ni la Agatha Christie esa