viernes, septiembre 30, 2005

~11~ 1ª Temporada

En el capítulo anterior…

Tras hacerme un listado de todos los hechos que habían surgido tras la desaparición de mi amiga Sayuri, me “emparanoyé” toda al recordar las palabras de la Numis, sobre ese extraño CHULAZO DE ESCÁNDALO que preguntaba por mí en el vídeo club.


Cuando regresé, tras ese desmayo que me dio debido al terror, gracias a Dios no había nadie me viera espatarrada detrás del mostrador, y en la tele estaba el menú del dvd de “La Casa Más Divertida de Texas”, con esa sonrisa ideal de mi querida Dolly Parton; sin tener que sumar con los dedos (y mucho menos en voz alta), llegué a la conclusión de que había estado ausente hora y pico largas, donde nadie, pero absolutamente nadie, había entrado al vídeo club. Mi jefe, R2D2, tampoco.

Saqué de la mochila mi Acuarius, más caliente que el culo de las “parteners” de Rocco Sifredi en sus películas, y le di un trago a ver si me vitaminaba el tuétano, después de mirar el suelo en busca de un rastro de sangre, pero nada. Ni una gota. Mi caída había sido limpia, mi ropa seguía en su sitio (no hay cosa que más odie que la ropa sin planchar), y la gomina de mi pelo había hecho el efecto no-sé-qué del que anuncian, que no me despeiné ni el remolino de la coronilla estilo curita que quiere salir en mi cabeza, pero que yo me obstino a no dejar que lo haga.

Me puse ora vez la peli de Dolly Parton, porque sólo había visto 10 minutos del principio, cuando entró una retaca… una cría con flequillo a la altura del mostrador, con una mochila que era dos veces mayor que su espalda, andando a saltitos y alegre, como si fuera a casa de su abuelita, con aquellas dos coletas súper tensas, que mantenían el equilibro de su enorme cabeza. Y es que debe ser por todo eso que estudian, que los niños de ahora son más cabezones.

-Holaaaa –la saludé como si fuera estúpida, a aquel cerebrito que había detrás de esos ojitos, porque en realidad, los niños de ahora tienen algo de estúpidos en la mirada, y seguramente se debe a los dibujos que ven.

La niña apuntó con un dedo a algo que había detrás de mí, un cartel en el que rezaba: pasamos sus películas a dvd, estén en el formato que estén; la cría seguía con el dedo tieso, señalando al cartel, con una sonrisa de muñeca repollo con dientes, cuando se le ocurrió hablar arrastrando las eses, como una militante de las juventudes hitlerianas.

-¿Es verrrdad que pasan mis películas a dvd, estén en el forrrmato que estén?
-Clarrro, nenita; ¡Claro, nenita! –y sin saber porqué, me giré para leer el cartel de mi jefe-. Eso es lo que dice aquí.

Y entonces flipé al ver a la niña ejecutando una extraña danza ritual, moviendo las manos, el culito y dando saltitos a derecha e izquierda. Me recordó a la Space, pero más bajita y cabezona, mientras todo le contenido de la mochila de aquella retaca, zumbaba a su espalda como una megamaraca de Machín… después de varios segundos haciendo esa “cosa”, se detuvo y volvió a preguntarme, pero esta vez con la cara más desencajada y pronunciando peor las erres.

-¿De verrrdad que lo pasáis todo?
-Ya te he dicho que sí.

Mi paciencia se estaba agotando, pero mi curiosidad me podía y estaba dudando de si aquella enana iba a volver a ejecutar su extraña danza o por el contrario, se pondría a dar volteretas y cabriolas como un digimon súper evolucionado. Pero lo que hizo, me recordó a las pelis de terror japonesas. Las que dan miedo de verdad...

La cría,se sacó la mochila de la espalda, la arrojó al suelo, se puso de rodillas de un salto, abrió la cremallera a tal velocidad, que pensé que era la hija de un artificiero o similar… rebuscó dentro de la mochila, sacó algo que a mi me pareció una caja de VHS, y en plan ninja a cámara rápida, saltó del suelo al mostrador, para dejarme la carátula de aquella película a la vista…
Todo esto lo ejecutó en menos de dos segundos.

Chillé como Jamie Lee Curtis en Halloween cuando reconocí la portada de aquel VHS, porque desgraciadamente de pequeña, había sufrido el visionado de aquella misma película... y no una, sino varias veces y todas en ¡CINE!, cuando no existía ni el jodido sonido estéreo; ahora, como un recuerdo del pasado, volvía a estar frente a mí. Como cuando vas en el metro y te ves a alguien con el que has estado echando un polvo el día anterior, y te mira y te dice telepáticamente “yo he follado contigo, ¡perra!”, mientras el resto del mundo ni se entera de ese incomodísimo instante.

-¡Pero criatura de Dios! –dije al retroceder un paso, para alejarme de aquella carátula-. ¿De dónde diablos has sacado esa película?
-¡Es la prrreferrrida de mi madrrre!
-Y tu madre es ¡maligggna!, nenita

Sí, vale... fui un poco bestia, pero aquella enana seguramente ni sabría el significado de la palabra maligggna, o posiblemente lo relacionaría a un nuevo pastelito de bollería, con crema rosa y trocitos de chocolate por encima.

-¿Me la puedes pasarrr a dvd? ¡Porrrfavorrr! ¡Porrrfavorrr!

Cogí dos toallitas húmedas del bote de plástico, y sin volver a mirar la portada de la dichosa película de Las Aventuras de Enrique y Ana, dejé el VHS en la montaña de "cosas para pasar a dvd, cuando no hay nada interesante que ver en la tele", como decía R2D2; iba a decirle a aquella criatura que se pasara en dos días o así, cuando entró mi jefe con una amplia sonrisa, que ni me molesté en preguntar a qué se debía.

-Arturo, tengo que ir a colocar todas estas pelis pe-a-erre-a-eme-a-i griega-o-erre-e-ese -lo deletreé porque estaba la niña delante-, y a hacer un pis. Si pregunta alguien por mí, o quien sea: no estoy para nadie. Salí y no sé cuando volveré. ¿Me harás ese favor, Arturito?
-Claro, señorita Escarlata. Y si quieres cambiamos las escrituras del vídeo club y lo ponemos a tu nombre, ¿no te parece?
-¡Siempre he sabido que me incluirías en tu testamento!
-Anda… tira pallá, tira pallá…

Dijo y yo cogí la columna de cajas vacías de pelis, antes de meterme en la parte trasera del local, donde están las películas "para mayores" (ahora sí lo puedo decir sin tener que deletrearlo), las dejaría en la puerta del baño, haría un pis y después me olvidaría de los pantalones ultra ajustados de raso que llevaba Enrique, y de la jodida Ana con su cara de alpargata, leyendo los repartos de las pelis porno gays. Sí, con eso me olvidaría de tan traumática película de mi infancia.

-¡Vaya! ¡Las aventuras de Enrique y Ana! –oí cómo decía R2D2-. ¿Qué estás haciendo, niña? –y supuse que la enana se había puesto a bailar otra vez, esa danza tribal tan extraña.

Dejé las películas a la entrada del baño para sacar las llaves de nuestro estupendo WC, en el que como te entraran ganas de hacer kakita, deberías dar un curso intensivo de “aprenda a cagar de pie, sin que la mierda le caiga por la pata pabajo”. Y es que era tan estrecho, que la taza recordaba a un extraño orinal hobbit adosado a la pared. ¡Cosas de mi jefe!; abrí la puerta y me disponía a entrar cuando…

-Hola, soy un amigo de PIIIIIIIIIIII –si Tarantino utilizó el PIIIIIIII para ocultar el nombre real de la prota, yo también lo haré. ¿Por qué? ¿Por qué soy fantástica y visto mejor que la Uma Thurman!-. ¿No ha venido a trabajar hoy PIIIIIIIII?

¡Dios mío! Aquella voz de megamacho no era la de ninguna de mis amigas (incluidos amigos), y sonaba como a George Clooney en Urgencias, cuando le preguntaba a la mamá ¿qué le había pasado al nene? ¡Y eso que el nene tenía el hueso de la rodilla fuera de la carne!.
Esperé que R2D2 tuviera tacto, y dijera dónde estaba.

-¿PIIIIIII? –oí preguntar a R2D2-. Pues ha salido hace un momento y no sé cuando vendrá.
-Qué lástima… seguro que le hubiera hecho mucha ilusión verme –dijo otra vez la extraña voz de megamacho seductor.
-Pues lo siento, pero como no sé cuando llegará, no voy a hacerle esperar aquí. ¿Cierto?
-Perrrdón, señorrr… -dijo la vocecita de la enana-. Crrreo que ha ido al baño. Ha entrrrado porrr esa puerrrta de ahí, con películas parrra MAYORRRES.
-Muchas gracias, nenita.

¡¡¡Pero menuda hijadelagranputa era la enana de Enrique y Ana!!!
A Dios pongo por testigo, que si sobrevivo a esta, cogeré a esa retaca de las coletas y jugaré con ella al twister, haciéndola girar… ¡¡¡hasta que su cabeza se desprenda del cuero cabelludo!!!

3 comentarios:

Hidroboy dijo...

Y ya de paso, cuando estés torturando a la niñata esa, dile que Las Aventuras de Enrique y Ana ya está en DVD. ¡Que yo me la compré en un Mediamarkt!

¡Y Enrique marcaba paquetooooon!

Frank Palacios dijo...

¡Hace falta valor, nena!

Y mientras la ves... ¿haces un "antes" y un "después" en la vida de Achero Mañas?

Porque recordarás que hacía de uno de los mocosos de los "coconuts".

¡Cagarse!

Hidroboy dijo...

SIIIIIIIIIIIIIIIIII

¡ACHERO MAÑAS TIENE UN PASADOOOO!

Esperemos que no tenga un futurooooooo.