sábado, septiembre 10, 2005

~2~ 1ª Temporada

En el capítulo anterior…

Soy Dolly Partos, y atravesaba una gripe que me tenía más muerta que viva, cuando me llamó Gigi, histérica perdida, para decirme que Sayuri había desaparecido.



-Eso es bueno, ¿no? –dije a Gigi-. Con esa petarda fuera de circulación, ¡a más hombres tocamos!
-¡Holly Manolis! No lo había visto desde ese punto de vista, ¡Dolly!
-Porque eres muy impulsiva y siempre ves el bar medio vacío, en lugar de verlo medio lleno.
-¿Qué bar?
Gigi es tan CORTA, que no se puede hacer metáforas con ella.
-¿Quién te contó que Sayuri ha desaparecido? ¿La Carpanta? –la Carpanta es una conocida de los bares gays que frecuentamos, y que se tira de todo... sin importarle edad, estado físico, civil, si tiene un micropene o dentadura postiza.
-¡Uis, pero si la Carpanta está hospitalizada!
-¡No me digas! ¡Seguro que se ha pillado algo!
-Se intentó ligar a uno con pinta de alemán, que resultó ser una nazi perdida, y la dejó peor, que a los malos de las pelis de Steven Seagal.
-¡Ay, pobre! ¡Con lo pizpireta que era!
-Pues ahora se la van a entender muy poco los chistes porque, ¡como no tiene dientes!
-No te creas, que hay mucha marika morbosa que le gustan las cosas raras.
-¡Dolly, no seas asquerosa, que me “gomito”!
-¿Entonces quién ha dado la voz de alarma, La Space? –la Space era la compañera de piso de Sayuri; un pedazo de tío de casi dos metros, negro como el espacio, y más silenciosa que el espacio: La Space.
-La Space está traumada. La llamé por teléfono, pero como no habla, aguanté cinco minutos un monólogo con migo misma y colgué. No, Dolly, no fueron ellos, me llamó Makaka.
Makaka en realidad se llama Marcos, pero como es tan marrano el chico, le acortamos el nombre y le pegamos el sufijo de kaka, con lo que se ha quedado en Makaka; el chico, repito, además de ser un guarro de la hostia, debe ser también medio tonto, porque hasta le gusta el mote que le pusimos.
-¿Y cómo se enteró Makaka?
-Parece que la vio en el D’Lirio, acompañada por uno con cara de camionero psicópata, y que Sayuri intentó decirle algo con la mirada.
-¿Al camionero?
-No, Dolly, a Makaka.
-¿Y qué hizo Makaka?
-Lo de siempre, se fue a un retrete a tirarse dos pedos bien tiraos, para que nadie la llamara marrana y volvió a salir, pero ya no estaba Sayuri. ¡Y de esto hace dos días!
-¡Vaya!
-¿Y si aparece muerta y descuartizada, en una cuneta de la autopista?
-¿Makaka?
-No Dolly, Sayuri.
-Tía, es que estoy medicada hasta las trancas por culpa de la gripe, y me cuesta centrame. Pues habrá que ver Antena 3 a ver si cuentan algo de: marika muerta en bolsa de basura tirada al arcén de la M-30.
-¡Qué vamos a hacer Dolly!
-Primero, no perder los nervios, porque Makaka está algo flipada con todos esos pedos que se tira, ¿vale?; yo no debería salir de casa, porque estoy fatal con la gripe, PERO, podríamos ir a casa de Sayuri, y que la Space nos ayude a buscar pistas de dónde puede estar esa descerebrada.
-Buena idea. Podríamos ver los correos de su ordenador, o su diario, o su agenda…
-¡Gigi! ¡Esas cosas son personales!
-¡Anda... que no te gustaría tener la agenda de chulazos de Sayuri!
La muy puta de la Gigi, me conocía mejor de lo que me conozco a mi misma.
-Vale, iremos a ver a la Space, y cotillearemos la agenda de Sayuri.
-¡Bárbaro! Así veré si tiene el teléfono de Alberto.
-¿Qué Alberto?
-¡Un mega chulazo que marca más paquete, que el hombre elefante con hernia, tía!
-¡Vaya con la Sayuri!
-Digooo…

2 comentarios:

Hidroboy dijo...

¡No puedes dejarnos con la intriga! ¡Eso no se hace! ¡Eres mala persona!

¡Queremos saber el teléfono de Alberto!

Frank Palacios dijo...

El Alberto está que lo flipas, pero la putada es que cuando te mira, en realidad te mira a la nariz, porque bizquea un rato largo, esté sobrio o borracho, claro que con lo que marca... ¿quién coño pierde el tiempo mirándole a la cara?